«Según el presidente, esto es para terminar con la corrupción que afecta al sistema de justicia, ya que asegura que son los propios jueces y magistrados, los que liberan a los delincuentes de manera arbitraria”.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, enfrenta el momento más complicado de todo su gobierno. A solo un mes de terminar su sexenio, los trabajadores del Poder Judicial (PJF), jueces y magistrados se fueron a un paro de labores indefinido.
Esto como una forma de protesta por la reforma que pretende hacer AMLO precisamente al Poder Judicial, que entre otras cosas, incluye la elección de jueces, ministros y magistrados por elección popular.
Según el presidente, esto es para terminar con la corrupción que afecta al sistema de justicia, ya que asegura que son los propios jueces y magistrados, los que liberan a los delincuentes de manera arbitraria.
Sin embargo, esto ha ocasionado que en el clima político suene mucho ruido de protestas; otras voces han expresado su preocupación ante la posibilidad de que el Poder Judicial quede a merced del crimen organizado, de tribus partidistas o incluso, bajo el yugo del presidente en turno.
Las protestas han empeorado una vez que Morena (partido oficial) aseguró la mayoría en el Congreso, lo que le da la posibilidad de aprobar esta reforma de manera casi automática, en “fast track”.
Es una cuestión de días (a más tardar la primera semana de septiembre de 2024) para que sea aprobada y con eso, se consolida el famoso “Plan C” que había planteado AMLO antes de las elecciones.
Es decir, tener mayoría absoluta en las Cámaras para desde ahí, hacer los cambios necesarios en el Poder Judicial.
Voces de preocupación
Pero de manera un tanto sorpresiva, los representantes de empresarios de Estados Unidos y Canadá en México, también han expresado su preocupación por la reforma al poder Judicial.
La Cámara de Comercio de Estados Unidos señaló que con esta reforma y la desaparición de los órganos autónomos, se “debilita el estado de derecho”.
También dijo que se ponen en riesgo “las garantías de protección para las operaciones comerciales en México, incluido el estándar mínimo de trato en virtud del Tratado entre Estados Unidos, México y Canadá”.
El propio embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, publicó una carta donde expresaba de igual forma, su preocupación por esta reforma.
Dijo que “la elección directa de jueces representa un riesgo mayor para el funcionamiento de la democracia de México” e incluso dijo, que esto «amenaza la histórica relación comercial» entre ambos países.
En ese mismo tono se han expresado la Cámara de Comercio y el embajador de Canadá en México, Graeme C. Clark, quienes también han declarado sus preocupaciones por esta reforma judicial.
En tanto que analistas financieros, aseguran que las empresas de ambos países que tenían planes de invertir en México en el corto plazo, han decidido esperar para ver los resultados que tendrá esta reforma una vez que sea aprobada.
No tienen derecho a opinar
Sin embargo, estas alertas hechas por representantes comerciales y políticos de los socios de México en América del Norte, no fueron bien vistas por AMLO, quien asegura que son comentarios “injerencistas” en contra de la soberanía nacional.
López Obrador dijo en su momento, que “últimamente ha habido actos de falta de respeto a nuestra soberanía”, refiriéndose sobre todo a los comentarios de los embajadores y reafirmó su postura de que lo que pasa en México, le corresponde a los mexicanos resolverlo.
“No aceptamos injerencismos, que ningún representante de gobiernos extranjeros intervenga en asuntos que solo nos corresponden resolver y dirimir a los mexicanos”, dijo el presidente.
Y además, aseguró que su gobierno iba a “pausar las relaciones” con los embajadores y embajadas de Estados Unidos y Canadá, pero esto no significa que rompa los lazos con los gobiernos de esos países.
Según explicó AMLO, “pausar significa que vamos a darnos nuestro tiempo” pero más allá de eso, no hay mayor cambio en las relaciones diplomáticas y comerciales con sus socios del T-MEC.
Pero el presidente mexicano advirtió que esta “pausa”, es porque los embajadores “tienen que aprender a respetar la soberanía de México. Queremos que sean respetuosos y haya una relación recíproca en cuanto al respeto de las soberanías”, dijo.
Se suman estudiantes a las protestas
En otro frente, estudiantes de la Facultad de Derecho de Universidad Autónoma de México (UNAM) y otras universidades particulares, han comenzado su lucha en contra de la reforma judicial de AMLO, a través de protestas en las calles.
Justo el domingo 1 de septiembre, mientras AMLO daba su sexto informe de gobierno, miles de personas se reunieron en el Ángel de la Independencia (otro punto emblemático de la Ciudad de México), donde reafirmaron su rechazo a la elecciones de jueces, ministros y magistrados.
Pidieron que se les tomará en cuenta, para que les expliquen como es que esta reforma articulará el derecho y el acceso a la justicia para toda la sociedad.
De a poco, a pesar de que AMLO va a cerrar su gobierno con una aprobación del 65% según una encuesta del diario El Financiero, estas protestas pueden ser una gran carga para la nueva presidenta Claudia Sheinbaum, quien se mantiene firme en apoyar esta reforma tal como la propuso el todavía mandatario mexicano.
El ambiente es tenso, los analistas financieros dicen que las consecuencias económicas pueden ser muy costosas y a nivel social, esto se puede convertir en un movimiento que de poco a poco, tome forma y se articule como un contrapeso para el próximo gobierno.
O tal vez no. Quizá una vez que se apruebe la reforma al Poder Judicial y comiencen a estructurar las leyes secundarias y la forma en que se aplicarán, tal vez ahí las voces disidentes tengan algún espacio para negociar y no todo sea tan malo como lo están presentado.
Habrá que esperar qué pasa, pero mientras tanto, AMLO intenta pasar a la historia como el único presidente de México, que se enfrentó al Poder Judicial (con todo lo que esto representa) y lo venció… Sin importar el costo que tenga que pagar su sucesora.
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