La revocatoria de Medellín aún puede ser

El verano de 1940 fue terrible para la democracia. Francia, liderada por Petain, antiguo héroe de la primera guerra mundial, por Weygand, y por Reynaud, había sucumbido. París fue declarada ciudad abierta para no ser destruida en su defensa. A pesar del compromiso con la Gran Bretaña de no hacer una paz por separado, Francia se rindió el 17 de junio de ese fatídico año. Inglaterra estaba sola: sin Francia, sin Estados Unidos.

En esas circunstancias, Winston Churchill en la Cámara de los Comunes, el 18 de junio, expresó:

“La Batalla de Francia ha terminado. Espero que la Batalla de Inglaterra esté a punto de comenzar. De esta batalla depende la supervivencia de la civilización cristiana. De ella depende nuestra propia vida británica y la larga continuidad de nuestras instituciones y nuestro Imperio. Muy pronto se abatirá sobre nosotros toda la furia y el poder del enemigo. Hitler sabe que tendrá que destruirnos en esta isla o perder la guerra. Si podemos oponerle resistencia toda Europa quizá sea libre, y la vida del mundo avanzará hacia tierras altas extensas e iluminadas por el sol; pero si fracasamos, el mundo entero, incluidos Estados Unidos y todo lo que hemos conocido y cuidado, se hundirá en el abismo de una nueva edad oscura más siniestra, y quizá mas prolongada, debido a las luces de una ciencia pervertida. Por lo tanto, aferrémonos a nuestro deber y resistamos para que, si la Commonwealth y el Imperio británico duran mil años, los hombres digan: “Éste fue su mejor momento”. (Roy Jenkins; Churchill; Crítica; Planeta; 2014; P. 691)

¿Ha caído la Revocatoria de Medellín? Hay que reconocer que la Revocatoria está pasando por sus horas más oscuras, iguales a las que pasó Inglaterra en el verano de 1940. El CNE (Consejo Nacional Electoral), en una decisión dividida, ha negado la certificación de los estados contables porque dizque no hay claridad en cuanto a que “un gasto parece una donación”. El vocero administrativo y financiero, que es el responsable según lo manifiesta el art. 5 de la Ley 1757 del 2015, y la contadora, lo aclararán, porque han insistido que no se excedieron los topes.

Como creemos en ellos, entregaremos una auditoría contable para que se demuestre el cumplimiento de los mismos y acudiremos a la defensa de la Revocatoria a través de una acción de tutela, mecanismo constitucional para defender los derechos constitucionales fundamentales a falta de otro mecanismo.

El CNE, según informan los periodistas, porque no he sido notificado de ninguna decisión, se ha pronunciado y contra esa decisión no hay recurso alguno, razón por la cual se abre la posibilidad de la tutela, pues se ha violado un derecho constitucional fundamental consistente en la revocatoria del mandato consagrado en los artículos 40 numeral 4 y 103 de la C.N.

Es inaceptable que un organismo cuestione la decisión de 305.000 ciudadanos que decidieron poner su firma para exigir que se pudiese ir a las urnas para decidir si se revocaba al alcalde de Medellín, amparándose en una mala interpretación o una torcida lectura de una cifra para enterrar un proceso democrático en la segunda ciudad más importante del país.

Preocupa enormemente la rama electoral, el cuarto poder en Colombia, en manos de la Registraduría que no quiso entregar las planillas para la recolección de firmas y demoró el proceso 7 meses; y en manos del Consejo Nacional Electoral (CNE) que lo había suspendido 6 meses y ahora no certifica el cumplimiento de los topes de financiación, en vísperas de unas elecciones presidenciales, dando una perversa estocada, que más parece una cuchillada trapera a este proceso democrático.

Vuelvo a la Gran Bretaña en el verano de 1940: “aferrémonos a nuestro deber y resistamos”.

Propongo que cada ciudadano de Medellín en el momento de votar para Presidente, adicional a su voto, haga una papeleta en una hoja blanca y con su propia firma ponga: VOTO LA REVOCATORIA DE DANIEL QUINTERO CALLE. E introduzca esa papeleta a la que llamaremos LA REVOCATORIA DE MEDELLIN.

El pueblo tiene que ser escuchado. Con una realidad de esas, el pueblo soberano reasume su poder constituyente y podrá presionar al Presidente para que dicte un decreto extraordinario de excepción, y ordene contar esa SEGUNDA PAPELETA.

El CNE no tiene ningún representante de Antioquia. ¡Antioquia se respeta!

 

Julio González Villa

Doctor en Derecho U. Externado de Colombia; Abogado UPB; Magíster Administración de EAFIT; Especialista Derecho Ambiental U. Externado y Derecho Administrativo y Comercial.

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