La Responsabilidad Social Empresarial (RSE), una analogía con el hogar

¿Alguna vez escuchaste sobre la responsabilidad empresarial y el triple impacto? En esta nota te explicamos de forma sencilla qué es la RSE y cómo se estructura, usando la analogía de una casa.

En un mundo cada vez más consciente del impacto de nuestras acciones, la sostenibilidad se ha convertido en una estrategia clave para el éxito a largo plazo de las empresas. La sostenibilidad, en términos simples, se refiere a la capacidad de satisfacer las necesidades del presente sin comprometer o perjudicar a las generaciones futuras. En otras palabras, implica un equilibrio entre el desarrollo económico, la protección del medio ambiente y el bienestar social. De este modo, podemos explicar la Responsabilidad Social Empresarial de la siguiente manera:

Imaginemos una casa, con sus cuatro paredes, un techo y todo lo necesario para vivir. Dentro tenemos muebles y comodidades para hacerla habitable. Alrededor, hay parques, animales y otras viviendas con sus familias.

Desde el criterio ambiental, una casa debe ser sostenible y amigable con el ecosistema para estar en armonía con su entorno, para esto puede contar con:

  1. Eficiencia energética: igual que en casa usamos lámparas LED y electrodomésticos eficientes, una empresa debe reducir su consumo energético y optar por energías renovables.
  2. Gestión de residuos: como en nuestras viviendas reciclamos y gestionamos los desechos. Una empresa debe hacer lo mismo, midiendo por ejemplo su huella ambiental.
  3. Cuidado del entorno natural: así como cuidamos el jardín evitando químicos, una empresa debe reducir sus emisiones y proteger el medio ambiente.

Por otro lado, dentro de la casa, los que habitan en ella representan la dimensión social de la RSE. Cuidar a la familia y mantener un ambiente armonioso es como cuidar a tu equipo y el lugar de trabajo. Para una empresa, esto implica:

  1. Bienestar y cultura organizacional: como dijimos anteriormente, los empleados son como los miembros de la familia. Es indispensable asegurar que tengan condiciones de trabajo justas, seguridad laboral y oportunidades de desarrollo profesional, al igual que en una familia se cuida la salud, la educación y el desarrollo de cada miembro.
  2. Relaciones con la comunidad: así como debemos, en lo posible, ser buenos vecinos y contribuir positivamente a nuestra comunidad, una empresa debe interactuar de manera efectiva con los demás locales, participando en acciones colectivas que beneficien a todos por igual.

Por último, la base de cualquier hogar es su estructura económica. Para que una casa sea habitable y funcione bien, necesita un piso sólido, como una empresa necesita una economía sostenible. Esto incluye:

  1. Estabilidad financiera: así como una vivienda necesita recursos para ser construida y mantenida, una empresa debe ser rentable para operar y crecer. Esto significa generar ingresos suficientes a fin de cubrir costos, pagar a empleados y reinvertir en la sociedad.
  1. Gestión eficiente: como necesitamos presupuesto para gestionar gastos como comida, electricidad y mantenimiento, una empresa debe administrar sus recursos financieros de manera efectiva, asegurando la sostenibilidad a largo plazo.

La Generación Z y la demanda por productos sostenibles

La creciente conciencia social y ambiental entre los consumidores, especialmente entre la Generación Z, está impulsando la demanda por productos y servicios sostenibles. Estos usuarios están dispuestos a pagar más por marcas que demuestren un compromiso genuino con la sostenibilidad.

Según un informe de Forbes Argentina (2023), no basta con que las empresas implementen acciones sostenibles internas. La experiencia del consumidor también debe reflejar este compromiso. Los consumidores buscan productos con mayor trazabilidad social y ambiental, y esperan que las empresas sean transparentes en sus prácticas. Pagar un poco más por calidad y no por cantidad.

La Responsabilidad Social Empresarial (RSE) se ha convertido en un elemento fundamental de las estrategias empresariales actuales. Enfocadas en el triple impacto, las organizaciones han adaptado sus prácticas para optimizar su desempeño, garantizar su viabilidad a largo plazo y construir relaciones de confianza con sus grupos de interés. Sin embargo, el cambio no se limita a las empresas; es necesario que todos, desde nuestros hogares, impulsemos acciones sostenibles para construir un futuro mejor. No podemos pretender que el mundo cambie, si primero no cambiamos desde nuestras casas.


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Facundo Martin Giménez

Miembro de la dirección de relaciones institucionales de la Bolsa de Comercio de Rosario. Gestión de Proyectos de Desarrollo | Relaciones Institucionales | Sostenibilidad | Cooperación Internacional | Compliance | Comunicación estratégica | Innovación | Arbitraje | Coaching Corporativo

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