En los tres días pasados en La Habana se escribió una página muy importante en la historia del continente, la visita del presidente de los Estados Unidos Barack Obama a Cuba es un hito sin precedentes con el que América pasa a ser el único continente del mundo donde ya no hay conflictos entre sus países, la última vez que un presidente de Estados Unidos había visitado Cuba fue hace 88 Años, para hacerlo viajó en locomotora de vapor a Miami y de ahí tomó un buque de guerra que lo llevó a La Habana, todo ese tiempo había pasado.
Tan fuerte era la tensión entre los dos países que el proceso de acercamiento llevado a cabo durante los últimos años se hizo de la manera más secreta posible, en buena parte gracias a la mediación directa del Papa Francisco quien facilitó el diálogo entre ambos gobiernos, mediante cartas escritas a mano intercambiadas personalmente entre los cardenales de ambos países se fue avanzando en la negociación, a tal punto que solo el mismo día que ambos presidentes dieron a conocer el acuerdo fue que el mundo se enteró.
Fueron muchos los capítulos dolorosos en tantas décadas de agresiones mutuas entre dos países vecinos separados tan solo por 90 millas náuticas, que hacían creer que esta reconciliación era imposible, como el drama del caso Elián González, la condena de los cinco de Cuba, la protección de Estados Unidos al terrorista que atentó contra el avión de Cubana de aviación, entre tantas cosas más.
Cuba y Estados Unidos fueron enconados rivales y protagonizaron episodios muy tensos durante la Fuerra Fría, a tal punto que involucraron a toda la región en dicho conflicto, mi familia ha tenido fuertes lazos con Cuba toda la vida, la primera vez que visité la isla cuando era niño había que viajar por Panamá y allá era donde entregaban el tiquete de Iberia para volar a La Habana, en esa época el pasaporte no era sellado en Cuba porque eso podía causar que no se pudiera visitar a Estados Unidos, durante el gobierno de Turbay era tal la tensión con Cuba que era prohibido traer literatura cubana, incluso mi tía fue detenida por el DAS en el aeropuerto cuando le encontraron una colección libros de José Martí que traía en la maleta.
En estos últimos años el mundo ha cambiado demasiado y el conflicto entre Estados Unidos y Cuba ya no tenía sentido, sin embargo el gran peso que tiene la derecha cubana en el exilio en el estado de la Florida siempre impidió cualquier intento de normalización de las relaciones, parecía que de ninguna manera iba a ser posible empezar a restaurarlas.
Por eso es tan significativo lo que logró Juanes con el concierto por la paz en La Habana, el profundo rechazo que generó ese concierto en Miami incluso resultó en amenazas contra su vida y la de su familia por parte de la ultraderecha cubana, y en Cuba no fue menos complicada la situación, Juanes estuvo a punto de cancelar el concierto cuando descubrió que en el piso del hotel los funcionarios estaban espiando todo lo que hacía y estaban pendientes de todas sus conversaciones, todo pendió de un hilo pero al final con la realización del concierto se logró crear un puente que permitió empezar a establecer la confianza, hace 4 años cuando visité la torre de José Martí en la plaza de la revolución y me sorprendí por la forma como los funcionarios del gobierno le muestran a uno las fotos de ese concierto y recuerdan con cariño a Juanes y a Colombia por haberlo hecho posible.
Construyendo puentes entre lo que nos une es que se logran superar las diferencias, por eso Obama cerró esta visita histórica asistiendo al juego de béisbol entre un equipo de las grandes ligas y la selección cubana, el béisbol es una pasión que comparten estadounidenses y cubanos por igual, no es sino pasar por el parque central en La Habana para presenciar la tradicional discusión abierta entre decenas de fanáticos del béisbol que ocurre todos los días, este gesto me recordó la asistencia de Mandela a los partidos del mundial de rugby que se hizo en Suráfrica al finalizar el apartheid, el rugby era considerado el deporte de la minoría blanca pero Mandela lo asumió como el deporte de todos los africanos y con el deporte construyó un puente para la reconciliación.
Y esa es quizá la principal lección de este gran ejemplo de reconciliación que estamos viviendo, cuando valoramos más lo que nos une que lo que nos divide podemos sanar cualquier herida, por eso recuerdo especialmente la llamada noche negra del parque cultural nocturno de la pasada Feria de las Flores, se había presentado un coro de góspel de Estados Unidos y después seguía el concierto de tres de los más importantes representantes de la nueva música cubana, los 40 jóvenes del coro se unieron al público para ver el concierto, y cuando empezaron a sonar la rumba y el guaguancó empezaron a bailar.
Muy seguramente por tantos años de bloqueo estos jóvenes afroamericanos nunca habían escuchado la música afrocubana, pero al fin y al cabo las diferencias políticas y económicas no pueden bloquear el ritmo que se tiene en la sangre y que hace vibrar el corazón, nada puede contra la fuerza de la hermandad entre los pueblos.
Pero para terminar la columna en una nota más alegre y menos trascendental quiero invitarlos a que vean este clip para que escuchen un coro que se volvió muy común en los grupos de música cubana durante estos últimos años y que fue premonitorio de lo que acaba de suceder, el coro dice: “AYYYYYYY OBAMA, VUÉLVETE LOCO, Y VEN PA’ LA HABANA”.
https://www.youtube.com/watch?v=0sTKjuhZbWY
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