La Mojana: ¿potencia o problema? 

La región de La Mojana, ubicada en el norte de Colombia, especialmente en el departamento de Sucre, forma parte esencial de la Depresión Momposina, con una extensión interconectada, de aproximadamente 500.000 hectáreas de humedales y 200.000 en expansion. Esta zona ha sido históricamente un territorio de riqueza natural y cultural. En tiempos prehispánicos, estuvo influenciada por la cultura Zenú, que se asentó en tres grandes provincias: Finzenú (hoya del río Sinú), Panzenú (hoya del San Jorge) y Zenufana (valles del bajo Cauca y Nechí).

La Mojana es una joya ecológica, un delta fluvial invertido,  de los más complejos del mundo, en el que los ríos Magdalena, Cauca y San Jorge se entrelazan, creando una red natural de amortización hídrica, biodiversidad y fertilidad sin precedentes. Su diseño natural permite la decantación de sedimentos, que la ha convertido en unas de las capas vegetales mas profundas del mundo, con la regulación del agua y la renovación de los suelos.

Las comunidades que habitan esta región han aprendido a vivir en permanente relación con el agua. La inundación no es solo un desastre,  también es fertilidad, vida y sustento. A través de generaciones, los pobladores han dedicado amortiguar las inundaciones, convirtiéndose en una economía de subsistencia a través de reflejar una imagen de  damnificado de la vida.

Sin embargo, las respuestas institucionales han sido efímeras y paliativas, atrapadas en un círculo vicioso de asistencialismo donde implora la vulnerabilidad . Se ha proyectado a La Mojana como un problema, como una “zona de desastre”, cuando en realidad es una bendición geoestratégica nacional y fuente de vida internacional.

Tenemos que superar el punto de inflexión y el romper con el paradigma de la emergencia permanente. La Mojana necesita soluciones estructurales definitivas y de largo plazo, como la construcción de diques con compuertas inteligentes; el dragado técnico de caños y canales, para el control hídrico y el manejo sostenible del recurso; la conversión del territorio en una despensa agrícola, ganadera y piscícola de productividad los 365 días del año.

Esta transformación requiere voluntad política, visión de país y, sobre todo, una reforma del agua. Colombia ha intentado múltiples reformas agrarias, la mayoría sin éxito. Pero nunca un proyecto para reforma hel sistema hidrico, donde se reconozca el valor estratégico del agua dulce y declare a regiones como La Mojana patrimonio nacional y universal de la humanidad. Obliguemos no a ver la la región de mojana como potencia ante los organismos multilaterales ONU-Agua, la UNESCO, el Banco Mundial, la FAO,UNICEF, Organización Mundial de la Salud  y el Consejo Mundial del Agua.

La Mojana es la región más afectada por la actividad minera río arriba, en las cuencas de los ríos Cauca y San Jorge. Por razones de justicia ambiental y económica, se hace necesaria la creación de un Fondo de Compensación Ambiental, destinado a reparar los daños y a transformar la conciencia minera. Asimismo, resulta urgente la conformación de la RAP “Región Administrativa y de Planificación de La Mojana”, como instrumento para impulsar el desarrollo de la región y la integración de los departamentos de su área de influencia.

Crecimos con el temor de un mundo sin petróleo, convertido en el comodities mas importante. Hoy, sabemos que existen múltiples sustitutos energéticos, pero en un futuro muy cercano  los principales comodities del comercio internacional,serán el agua dulce y los alimentos,pero ni la sed ni el hambre tienen sustitutos. És imperativo valorar y proteger nuestros ecosistemas hídricos. La Mojana no es el problema. Es una solucion de aseguramiento  para el futuro. ¡Pero que fluya el derecho como las aguas, y la justicia como arroyo inagotable! Amós 5:24

Carlos A. Gomescasseres Vergara

Presidente de la Cámara y empresarios del Mercosur regional Colombia

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