Un gigantesco Caballo de Troya llegó a Bogotá: Por fuera 5000 indígenas que reflejan bondad y la legítima proclama de los pueblos ancestrales que son vulgarmente usados como disfraz de un puñado de politiqueros para el lanzamiento de su campaña al 2022.
El movimiento indígena del suroccidente colombiano ha desplegado con su minga un clamor ancestral que es legítimo; sin embargo este 2020 lo hemos visto permeado por ciertos integrantes del círculo cercano al precandidato presidencial Gustavo Petro. Hollman Morris recordando sus épocas de reportero; el analista y contratista del gobierno Santos Ariel Ávila, el senador Gustavo Bolívar.
Allí vemos a cientos de integrantes del movimiento de la Colombia Humana con pancartas, arengas, provocaciones políticas en todo el recorrido, generaron un mal sabor del objetivo de esta migración minguera a Bogotá.
Resulta extraño que estos personajes sean siempre los voceros en videos y reportes de lo que ocurre en la minga y también ver a través de las herramientas de social listening, la forma cómo las mismas bodegas digitales petristas, hoy son las voceras de La Minga. ¿Por qué no dejan hablar a los indígenas? ¿Para quién o quiénes es tan rentable mostrar a los Indígenas como limitados mentales, reducidos y cuasi civilizados?
La palabra ‘minga’ es una bella una expresión que proviene del quechua (mink’a) y que significa una antigua tradición de trabajo comunitario o colectivo con fines de utilidad social.
¿Son los líderes del Consejo Regional Indígena del Cauca, CRIC cómplices de esta intención?
¿Todos los dirigentes del movimiento indígena comparten las presiones ejercidas por algunos líderes en el Cauca de sancionar a quienes no se unieran en la minga como lo han denunciado varios integrantes de cabildos?
¿Qué dicen los integrantes de este Comité y de la Organización Indígena del País sobre el armamento incautado por el Ejército Nacional la semana anterior en un asentamiento habitado por algunos participantes de la Minga?
Dice el CRIC en su web que “Estar en minga es juntarnos todos y todas, es prestar nuestras manos, nuestro corazón, nuestros sentires y saberes para tejer un camino comunitario” pero en esta oportunidad si queda la sesación de que La Minga perderá su legitimidad histórica por haberle vendido su alma al lanzamiento de un movimiento que apelará al caos real o provocado bajo la complicidad del gobierno distrital.
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