La marca de un líder político es un tema de vital importancia que no se agota en el deseo de representar ni mucho menos en las ideas racionales.
Los ciudadanos se movilizan y votan por marcas políticas y en tiempos de profunda crisis para los partidos, la marca de un candidato se convierte en el soporte para posicionar conocimiento y aprobación desde un relato con claros diferenciales direccionados al segmento adecuado y con la capacidad de proyectar coherencia y solidez.
¿Cómo se percibe hoy la marca de los candidatos a la presidencia de Colombia?
Sergio Fajardo:
Tiene una marca asociada con su condición de ex profesor universitario por su estilo de vestuario y relato. En discurso apela a ser apolítico a pesar de su amplia experiencia en el tema y su habilidad de haberse apoyado en partidos y políticos tradicionales pero sin mezclarse y así es percibido por la mayoría de los colombianos. Las alianzas con políticos afectan su percepción de independiente y la soledad fortalece su marca como autónomo. Es percibido como superficial y tibio en ciertos temas
Vargas Lleras:
Representa un político con estirpe familiar y experiencia de carácter muy fuerte. Es el que más evidencia experiencia y preparación en administración pública, pero le costará vencer la resistencia por ser percibido.como alguien violento o primario. Tiene la marca del publicitado programa de vivienda y vías del gobierno Santos, una marca de gobierno que le va a costar quitarse de encima. Desde el mercadeo político tradicional Vargas Lleras es el «villano» perfecto en el escenario de «apolítico» que ha construido Fajardo, pues para este ultimo es indispensable tener un rival al cual endilgar la contraparte de corrupción y política tradicional
Iván Duque:
Representa la marca personal de la joven promesa política que pertenece a una nueva generación, experto en economía, equilibrado y hombre de familia. Deberá sanar graves heridas que genera dentro de su partido posicionar reconocimiento en miles de colombianos que aún no lo conocen y lograr una percepción donde la lealtad a Álvaro Uribe no choque con la percepción de estilos que le ha representando resistencia al ex presidente.
Martha Lucía Ramírez:
Se posiciona como una mujer preparada, la ministra estrella de Uribe y disidente conservadora. No logra generar una marca de fortaleza ni desatar emociones con su discurso que aún es confuso en relación con temas claves para el país. La marca de Andrés Pastrana le hace mucho daño a su aspiración y deberá cautivar más a los uribistas que a los integrantes del CD para saber jugar en la agresiva campaña por el Congreso.
Gustavo Petro:
Se posiciona como un líder de izquierda radical afecto a las FARC y con una postura radical frente a su único fortín político que es Bogotá. Posee un capital nada despreciable que sería ambivalente dependiendo de la forma como llegue y participe de la campaña donde lo acojan.
Alejandro Ordóñez:
Representa una marca de tradición conservadora de base católica en Colombia en generaciones principalmente de clase media-baja mayores de 35 años. Sin estilo y fenotipo lo ubican como el más adulto de los candidatos y también el más agresivo y con altos niveles de resistencia en clase alta, empresarios, mujeres y neo-votantes. Su lenguaje es de jurista, dogmático e incendiario y por eso llama la atención pero a su tono le falta más emoción. La presencia física de Alejandro suma votos de tierra a un aliado, pero si saben capitalizar sus nichos, sin mostrarlo mucho en comunicación masiva.
Humberto de la Calle:
Representa una figura política de mucha trayectoria en Colombia, muy cercana a los gobiernos de Santos y con debilidad en su legitimidad para generaciones mayores de 30, por su presencia en el gobierno Samper. No logra el carisma y punch (fuerza innata) necesarios para crecer en las encuestas ni parece tener una estrategia para tomar distancia de su devastado partido.y del gobierno actual. Es el adulto de los candidatos. ¿Cómo conciliará con Fajardo para hacer yunta?
Clara López :
Representa una mujer de experiencia en lo público y político. Su marca se liga fuertemente con la izquierda moderada y con una positiva percepción de su paso por el gobierno de Bogotá en medio de la debacle generada por su partido en la capital. Buena oradora y hábil para moverse en las arenas movedizas de sus enemigos. No brillo mucho como ministra de trabajo en el gobierno Santos, y por el contrario, la presencia en ese gobierno le genera problemas de credibilidad. Deberá explotar mejor su discurso social, contrarrestar su debilidad de carisma y saber manejar su alianza con Petro.
Rodrigo Londoño:
Representa una candidatura con una alta percepción negativa y una marca ligada a la izquierda extrema y violenta aún con un limbo jurídico y reputacional que podría invalidar su aspiración por los graves delitos imputados a este ex guerrillero, que suman condenas por mas de 400 años y por ello genera percepción de impunidad y bajo la inevitable asociación con el actual gobierno de Venezuela. Mantener la marca FARC es un grave error así como el débil trabajo de concertación con sectores que puedan percibir solidez o experiencia política o en administración pública en este grupo en proceso de reincorporación.