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“…la capacidad de movilización social y política de sectores afines a la izquierda se mantiene viva.”
La izquierda colombiana ha entrado en un momento definitorio de su historia política. Tras haber logrado por primera vez en su historia el gobierno nacional con la elección de Gustavo Petro en 2022, hoy se enfrenta al gran desafío de mantener su presencia competitiva rumbo a las elecciones presidenciales de 2026. Más allá de las polémicas, divisiones internas y críticas por errores de gestión, la fuerza política que representa el Pacto Histórico no ha perdido su base; al contrario, se reorganiza, define un candidato y lidera las encuestas. El País+1
Un candidato consolidado y cifras claras
En octubre de 2025, Iván Cepeda, senador del Polo Democrático Alternativo y figura histórica de la izquierda colombiana, se impuso con claridad en la consulta interna del Pacto Histórico para elegir al candidato que representará a esa coalición en la contienda de 2026. Cepeda obtuvo cerca de 1.5 millones de votos, una muestra de respaldo no solo de las bases del movimiento, sino también de sectores progresistas más amplios. Radio Nacional
Las encuestas nacionales confirman ese liderazgo. En la más reciente medición de Invamer, Cepeda aparece como favorito para la primera vuelta presidencial con un 31,9 % de intención de voto, seguido por otros aspirantes como Abelardo de la Espriella e incluso figuras del centro como Sergio Fajardo quedan rezagadas. El Colombiano Otras encuestas lo ubican también como el principal aspirante de la izquierda, con cifras cercanas al 20–24 % en escenarios amplios. Diario del Sur
Este liderazgo no es un accidente: la izquierda ya ha definido su candidato, mientras que otros sectores aún se encuentran fragmentados o en proceso de consolidar alianzas. Ese grado de organización le otorga a Cepeda una ventaja estratégica importante en este inicio de campaña. El País
Entre legado y tensión interna: la izquierda después del primer gobierno
Llegar a este punto no ha sido fácil. El gobierno de Gustavo Petro, a pesar de representar un giro histórico para la izquierda colombiana, ha enfrentado dificultades dentro del aparato estatal y tensiones con sectores tradicionales de poder. La izquierda ha cargado con críticas por su gestión en varios frentes y con altos niveles de polarización que han erosionado parte de la percepción de quienes no se identifican directamente con el progresismo.
No obstante, la capacidad de movilización social y política de sectores afines a la izquierda se mantiene viva. La movilización de más de 2,7 millones de colombianos en la consulta interna del Pacto Histórico demuestra que, pese a las críticas y divisiones internas, la izquierda conserva un núcleo de apoyo sólido. Radio Nacional Además, en medio de la carrera electoral, el propio Cepeda ha buscado ampliar su base, articulando respaldos de sectores como parte del liberalismo tradicional y comenzando la construcción de un Frente Amplio que complique la simple lectura de polarización binaria. El País Cali
Esto es significativo por dos razones: primero, porque refleja que la izquierda no sólo quiere repetir el modelo de 2022, sino adaptarse para ampliar su alcance; y segundo, porque muestra que hay voluntad de tender puentes incluso fuera de las estructuras más rígidas del progresismo.
¿Por qué aún suma apoyo?
La izquierda ha sabido mantener un discurso que articula demandas sociales sentidas por amplios sectores del país: justicia social, derechos humanos, transformación estructural y crítica a las élites tradicionales. Ese discurso sigue siendo una brújula potente para una parte considerable del electorado, sobre todo entre comunidades que no encontraron respuestas en los gobiernos tradicionales.
Además, en un escenario fragmentado, la claridad de un candidato definido —Cepeda— y una coalición establecida le da ventajas de recuerdo, organización y movilización frente a bloqueos que aún no terminan de consolidar sus fuerzas, como el centro político. El País
Hacia la primera y segunda vuelta
Las encuestas más recientes muestran no sólo el liderazgo de Cepeda, sino también la posibilidad de una segunda vuelta entre él y un aspirante de derecha, como Abelardo de la Espriella, lo que coloca a la izquierda en una posición competitiva pero también en un terreno de intensa confrontación política y narrativa. Noticias de Valledupar
Este escenario proyecta la elección de 2026 como una contienda en la que se enfrentan visiones de país contrapuestas. La izquierda puede consolidarse como una fuerza política hegemónica si logra articular un bloque más amplio —como el Frente Amplio— y si consigue conectar con sectores más allá de su base tradicional.
Más allá de cifras: el reto de la izquierda organizada
El liderazgo de Iván Cepeda no sólo mide apoyo estadístico; mide también la capacidad de la izquierda colombiana de reconfigurarse después de un gobierno histórico y de aprender de experiencias previas para ser competitiva sin perder su esencia. El mayor desafío ahora será traducir esos números en propuestas claras, en unidad interna y en un proyecto creíble que no solo movilice a la base, sino que llegue a los ciudadanos que aún no se identifican con ninguna corriente. Colombia.com
La izquierda, históricamente marginada del poder nacional, hoy tiene una oportunidad real de consolidar su presencia en la política institucional. Si logra articular sus demandas con estrategias de comunicación, alianzas estratégicas y una narrativa inclusiva, podrá disputar la presidencia y moldear el próximo ciclo político colombiano.
La ruta no será fácil, pero el liderazgo de Iván Cepeda demuestra que la izquierda, lejos de desaparecer después de su primer gobierno, sigue viva, en movimiento y con bases que conservan fuerza política. Colombia está frente a un nuevo capítulo de su historia política, y la izquierda tiene un papel protagonista en él.












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