Valiente es quien sueña en grande y no se rinde en las barreras. Ésa es la frase que mejor describe al valiente pueblo venezolano, y digo valiente además porque acertó Juan José Landaeta (Compositor himno de Venezuela, 1810), quien en la composición del himno de Venezuela, llamo al pueblo “Valiente”. Hoy, 207 años después, lo re afirman. Son valientes y son inspiración para cientos de sociedades en el mundo, a quienes las dictaduras y la “casi” dictaduras nos agobian.
“Ojalá”, expresión natural de Silvio Rodríguez, quien en medio de la venda que han colocado sobre el pueblo cubano, dijo “Ojalá pase algo para no verte tanto, para no verte siempre”, que ese algo sea el fin de la dictadura, sea el fin del régimen. Ojalá también cesen las muertes, paren las protestas y reine la paz, la cual se consigue con la ayuda de Dios y el retorno de la Democracia, la cual el Régimen no podrá devolver y por esa razón debe salir, con premura, con afán, con diligencia, debe salir con las manos arriba y la puerta abierta, para que los segundos libertadores de Venezuela entren a regir esta patria hermana, esa hermana vinotinto, que representa para todos los pueblos del mundo coraje y persistencia en la verdad.
Debo decir que en las calles de Venezuela se construye una trinchera, un libro de cientos de páginas, que debe servir a los académicos del mundo entero, como otra demostración, la cual enseña que donde se pierde la Democracia, el poder no es para el servicio y allí pierde toda su razón, donde la salida a tal situación representa lo que hoy sucede en Venezuela entre el régimen y el pueblo. Hoy las calles de Venezuela son una demostración para los cinco continentes, que el poder está en el pueblo.
Hoy se ve el claro del alba, la noche oscura de la dictadura va llegando a su final, y queda la esperanza de millones de venezolanos dispuestos a construir un país diferente, un país capaz de entender todas las situaciones y capaz de brindar a su pueblo el calor que el Estado debe dar y la templanza que el Estado debe mantener. Bravo Venezuela. Nuestra oración y letras con ustedes