La Granja ITA: cuando la educación espera y el poder calla

La Granja ITA sigue esperando. Espera la voz, la presencia y el compromiso del señor Gobernador de Antioquia. Porque, aunque el pronunciamiento de la Alcaldía y del Honorable Concejo Municipal de Andes no ha sido oficial, ya es de público conocimiento su inclinación frente al proyecto de construir una cárcel en esos terrenos.

Con el respeto que me merecen los andinos, reitero mi posición:
no me opongo a la construcción de una cárcel, pero sí cuestiono el lugar escogido. Me parece un retroceso como sociedad seguir cerrando establecimientos educativos para destinarlos a centros de reclusión o castigo.
Los terrenos de La Granja ITA fueron apropiados por la Nación a solicitud del municipio de Andes con un fin claro: fortalecer la educación técnica agropecuaria. Cambiar esa destinación es negar la historia misma de la región.

Y alternativas sí existen. Años atrás, cuando el orden público del Suroeste se vio amenazado por la presencia guerrillera, se lidero el proceso de adquisición de una finca en el paraje La Ciudad, corregimiento de San José. Allí se proyectó el Batallón de Infantería No. 11 Cacique Nutibara: 111 cuadras de topografía ideal, con agua propia y acceso a varios municipios. Durante su funcionamiento, ese lugar fue ejemplo de integración y productividad: cultivos, estanques, galpones y trabajo conjunto entre militares y campesinos. Lamentablemente, todo se perdió por la falta de voluntad de quienes tenían el poder de decidir.

Hoy, ese mismo predio podría ser la solución. ¿Por qué no considerar allí la cárcel departamental? Sería un proyecto con aceptación comunitaria, respaldo político regional y coherencia territorial. Pero en cambio, las autoridades parecen empeñadas en “castrar” los proyectos educativos del Liceo Juan de Dios Uribe y de la Universidad de Antioquia, justo en un país donde la desigualdad tiene raíces en la falta de educación rural.

Señor Gobernador, señores diputados, señor alcalde, concejales y representantes de la Provincia del San Juan: No se trata solo de ladrillos o rejas, se trata de qué modelo de sociedad estamos construyendo. ¿Una que invierte en conocimiento o una que apuesta al castigo?

Y aquí surge una inquietud legítima: ¿cuál es la razón del silencio del señor Gobernador frente a la solicitud de cita que presentó el senador Juan Felipe Lemos Uribe para que la comunidad fuera escuchada? Cuesta entender tanta indiferencia, más aún cuando se trata de un pedido respaldado por un congresista cercano al mismo gobernador. Si así se ignora a un senador, ¿qué puede esperar un ciudadano común?

Los andinos solo pedimos respeto, escucha y sensatez. La Granja ITA no puede convertirse en símbolo de una derrota educativa, sino en emblema de un pueblo que defiende su identidad.

PORQUE MIENTRAS UNA CÁRCEL ENCIERRA, LA EDUCACIÓN LIBERA.

Luis Carlos Gaviria Echavarría

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