La Esencia de las Estrellas en un Cuerpo Mortal

En ocasiones, me despierto con la extraña sensación de que no soy más que una criatura flotando entre dos mundos. Por un lado, soy materia: carne, hueso, sangre, siguiendo un ritmo natural, envejecido, consciente de que un día simplemente dejaré de existir. Por otro lado, soy un cúmulo de pensamientos, un océano de inquietudes, un mar de preguntas y el anhelo de algo más allá de lo que mis sentidos pueden percibir.

¿Acaso estoy hecho de la misma sustancia que las estrellas, pero vivo atrapado en un cuerpo que devora el tiempo?

Lanzado sin previo aviso a una existencia que no logro comprender por completo, obligado a caminar por un sendero cuyo final ya conozco, pero cuya ruta me es incierta. Y, aun así, vivo, sueño, creo y me aferro a la vida con la intensidad de quien sabe que cada momento es pasajero, que todo lo que ama y desea es efímero.

A pesar de construir todo a mi alrededor y llenarme de proyectos y logros, en el fondo siempre permanece esa sensación de extrañeza, de no pertenecer del todo.

Observo la naturaleza y la admiro, pero no logró regresar a ella sin perder lo que me hace humano. Veo a otras especies y envidio su instinto, su ausencia de dudas, su entrega absoluta al presente.

Yo, en cambio, siempre dividido, atrapado entre el deseo de entender y la imposibilidad de hacerlo por completo.
Mi mente nunca calla, siempre en búsqueda de sentido, siempre preguntando, intentando descifrar el misterio del tiempo, del universo, del amor, de la muerte.

Pero el sentido no es algo que el mundo me entregue; es algo que debo construir con mis propias manos, a través de mis decisiones y experiencias. Y en esa búsqueda me encuentro con instantes de belleza, de conexión, pero al final, con un significado siempre muy fugaz.

Por más que mi mente deambule en lo infinito, con cansancio, con deseo, con una chispa de conciencia atrapada en este mecanismo biológico que sigue su propio curso, sigo adelante.

No porque haya respuestas definitivas, sino porque cada día que pasa me ofrece una nueva pregunta, un nuevo momento, una nueva oportunidad de encontrar sentido en medio de todo este caos.

Quizás no logre encontrar el propósito de esta existencia, o simplemente no haya uno. Pero si hay algo que me mantiene en pie, algo que me rescata del vacío, es la capacidad de amar.

Amar lo que hago, lo que creo, lo que descubro. Amar a otros, incluso. Amar la vida, aun cuando me pesa.

Tal vez esa sea mi única respuesta: que, en un universo indiferente, existe la posibilidad de sentir, de entregarse, de fundirse en algo más colosal que su propia incertidumbre.

Y quizás, solo quizás, eso sea suficiente.

Yeison Lee

Diseñador y docente, con experiencia en el desarrollo de proyectos que combinan creatividad y tecnología. A lo largo de mi carrera, he trabajado en áreas como el modelado 3D, la fabricación digital y la realidad virtual, integrando diseño e innovación en cada proyecto. Me inspira la naturaleza y las diferentes culturas del mundo, y siempre busco aplicar ese aprendizaje a mi trabajo. Mi enfoque equilibra la precisión técnica con la creatividad, permitiéndome desarrollar soluciones que van más allá de lo convencional.

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