La esencia de la medicina no es la ciencia, es el humanismo

Los médicos utilizamos la ciencia como un instrumento, es decir, la instrumentalizamos en favor de la salud de nuestros pacientes. Sin embargo, no podemos decir que el médico sea un científico, ya que la mayoría no hace ciencia; en otras palabras, no todos investigan ni producen conocimientos. Podemos decir, entonces, que la mayoría de los médicos somos técnicos de la ciencia.

Lo cierto es que el humanismo no puede separarse de la esencia de la medicina, ya que esta última es, en sí misma, un acto humano”.

En las últimas semanas, ha sido tendencia en redes y en los portales de noticias del mundo el caso de un ginecólogo en Francia que se negó a atender a una mujer transgénero en su consulta.

Varios de estos portales noticiosos informaron que el especialista en cuestión consideraba que «no tenía la capacitación necesaria y se sentía incapaz de realizar un examen médico en una persona trans. Además, respaldó su argumento afirmando que, científicamente, un hombre es un hombre y una mujer es una mujer, y que, a pesar de la identificación de género de la persona, él seguirá manteniendo su creencia de que biológicamente se trata de un hombre».

Este colega se ha metido en un problema considerable, pues, como era de esperarse, los movimientos que reivindican los derechos de la comunidad LGBTQ+ estallaron en redes sociales, acusándolo de homofobia y transfobia por su actitud frente a este caso tan particular.

Y la discusión no es infundada, ya que, si bien el médico tiene razón desde el punto de vista científico, no la tiene desde el punto de vista del humanismo.

Los médicos utilizamos la ciencia como un instrumento, es decir, la instrumentalizamos en favor de la salud de nuestros pacientes. Sin embargo, no podemos decir que el médico sea un científico, ya que la mayoría no hace ciencia; en otras palabras, no todos investigan ni producen conocimientos. Podemos decir, entonces, que la mayoría de los médicos somos técnicos de la ciencia.

Lo cierto es que el humanismo no puede separarse de la esencia de la medicina, ya que esta última es, en sí misma, un acto humano.

Entonces, ¿qué es lo que se reprocha de la actitud del médico? O mejor aún, ¿qué reprocho yo de la actitud de este colega? (Es mejor tratar el tema en primera persona, ya que de eso se trata una columna de opinión). La respuesta es la siguiente: como colega, le reprocho no haber atendido a su paciente personalmente y haber, como decimos los abogados, interpuesto a un tercero para explicar las razones por las cuales no lo iba a atender, tal como lo manifiesta el portal de El Tiempo en un artículo escrito por María Camila Salas Valencia el 14 de septiembre de este año.

El acto médico es un acto humano, pero es un acto humano calificado, es decir, solo puede realizarlo un médico, no la secretaria del médico. A este colega le reprocho haber faltado a su deber ético de atender a un paciente y haber rehusado a su deber de explicarle por qué no lo iba a atender. Eso es lo mínimo que se merece nuestro paciente; verlo a la cara y hablarle como un ser humano.

Esto es lo que pasa cuando vemos a la medicina desde la miopía cientificista y olvidamos el humanismo.

No crean que estoy diciendo que un ginecólogo esta obligado a tratar a una mujer transgénero si esta padece de una enfermedad netamente masculina, como lo es la próstata, porque sí, las mujeres trans pueden enfermarse de la prostata. Es evidente que los ginecólogos no tratan este órgano aunque su portadora sea una mujer, pero sí es su deber explicarle a esta paciente por qué no debe ser él, y sí un urólogo, quien la trate. Zapatero a sus zapatos.

Negarse a atender a un paciente en este contexto tan particular (pueden haber otros) es rechazar ese acto humano tan especial que implica atender a un paciente, incluso si es para informarle que no lo atenderá porque se escapa de su esfera de conocimientos. La medicina implica un papel que aún muchos médicos no comprendemos bien (me incluyo por empatía). Nosotros también somos educadores.

Ah, por último, debo aclarar que se debe cobrar la consulta. Sí, así como lo leen, se le debe cobrar la consulta, y a tarifa completa, incluso si es para explicarle las razones por las cuales no lo vamos a atender, porque los médicos no solo vivimos de lo que hacemos, sino también de lo que sabemos.

P.D.

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Sanders Lozano Solano

Médico y Cirujano de la Universidad Surcolombiana y Abogado de la Universidad Militar Nueva Granada, es Especialista en Gerencia de Servicios de Salud y Magíster en Educación. Experto en responsabilidad médica, se ha dedicado en los últimos años a su verdadera pasión: la academia y la escritura.

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