“Asesino terrorista” fueron las dos palabras con las que el presidente de Argentina, Javier Milei, se refirió a nuestro presidente Gustavo Petro. No contento con esto el máximo mandatario argentino también arremetió en contra de su homólogo mexicano Andrés Manuel López Obrador calificandolo como “ignorante”.
Cabe recordar que tales afirmaciones salieron de Milei en medio de una entrevista con el medio CNN, pero realmente ¿qué sorprende de lo que mencionó Milei? si ya estamos acostumbrados a la manera errática en como maneja los asuntos internos y las relaciones exteriores del país.
A pesar de las críticas y los fuertes cuestionamientos a los calificativos sueltos que Milei da sobre otros presidentes de la región, francamente considero difícil que a estas alturas el presidente argentino cambie esa forma de desenvolverse, ese ir y venir “sin filtros, ni tapujos”, que tanto lo caracteriza.
Con ese peculiar y novedoso estilo político, el argentino que dice que el ministerio de Turismo y deporte, el ministerio de Cultura, el ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, el ministerio de las Mujeres, Género y diversidad deben ir “afuera”, cumplió el pasado 19 de marzo los primeros cien días en el poder.
Conforme avanza su mandato Milei se consolida como el nuevo rostro fresco de una derecha en Latinoamérica que se inclina, como es común en este espectro político, a la supresión de las libertades individuales y colectivas, que apela de nuevo a las ideas nacionalistas, y por supuesto que defiende férreamente el libre mercado, un elemento infaltable.
Hace unos días cumplió tres meses en el poder y a pesar de sus grandes promesas realizadas en campaña no ha logrado mantener el equilibrio fiscal en el país, por el contrario, la inflación sigue variando día a día.
Pero, dejando de lado los casi tres meses del gobierno Milei que para muchos ciudadanos argentinos han sido un salto al vació, y retomando las relaciones diplomáticas con otros países lo que mencionó Milei sobre Gustavo Petro no es novedoso, extraño o inesperado en lo absoluto, ya que en días pasados mencionó que el presidente de Colombia era “un comunista asesino que está hundiendo a Colombia”.
No quiero desestimar la gravedad de lo que dijo y ha dicho Milei en contra de Petro, pero la expulsión realizada por parte de la Cancillería de los diplomáticos de la embajada de Argentina del país es desproporcionada, es una decisión que cae irremediablemente en ese juego de disputa, de los insultos que vienen y van, del yo te hago y tu respondes.
Al parecer, la decisión de expulsar los diplomáticos por parte del Gobierno Nacional se tomó de forma rápida como respuesta a las palabras sin pensar que usó el mandatario argentino.
No obstante ya sabemos de antemano lo caras que pueden salir las decisiones rápidas, las que se toman cuando las emociones están a flor de piel, las que impiden que se le dé un respiro a la situación y se analice todo con mesura.
Es probable que este no sea el último choque te tengan ambos líderes políticos, pues Milei aparece justo cuando las discusiones de Petro con Nayib Bukele, presidente de El salvador, por medio de X, (la red favorita de nuestro mandatario) disminuían, ¿tendremos que acostumbrarnos ahora a estas peleas sin sentido?
Por lo pronto, no está de más decir que a Colombia no le hace bien terminar las relaciones diplomáticas inesperadamente con otros países por la postura política que tenga quien esté en el gobierno de turno, esto lo experimentamos muy bien con la ruptura que tuvieron las relaciones con Venezuela en el anterior mandato de Iván Duque, una ruptura que nos salió bastante costosa en todos los sentidos.
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