“La falta abismal de amor que radica en nuestra sociedad, denota el porqué estamos como estamos. Nos hemos encargado de alimentar la violencia y proclamar una guerra interminable para la cual no poseemos el antídoto con que combatirla.”
Recuerdo alguna vez leer en un diario local de mi ciudad, la fatídica noticia del deceso de una madre y su hija. La madre en un intento desesperado por salir de un cuadro de depresión persistente decide acabar con su vida y la de su hija. Nadie pudo socorrerlas.
El 6 de febrero del presente año, todo el país conoció la historia de otra madre que se lanzó juntamente con su hijo de un puente. Por más esfuerzos que la gente hizo por evitar esta tragedia, no pudieron convencer a la mujer de desistir. Una decepción amorosa y una crisis económica fomentaron un cuadro de depresión severa.
Un nuevo caso se conoció la semana pasada, esta vez se trataba de una menor de edad de la que se presumía estar en estado de gestación, se tiró al vacío desde el piso 11 de un edificio. Días después de conocerse esta lamentable noticia, una joven amiga de la menor se pronunció ante los medios manifestando que hacía unos días atrás la mujer escribió una carta despidiéndose de su familia porque ya había decidido acabar con su vida, la depresión la estaba matando lentamente.
De estas tres historias el factor común fue la depresión. Aunque el desenlace podría haber sido otro, no lo fue. La depresión no es un juego y ésta ha dado por terminada la vida de muchos colombianos, siendo una de las principales causas del suicidio en Colombia. Asimismo es considerado como la cuarta forma de violencia en el país debido a las altas de mortalidad que viene presentando desde hace 10 años.
En el período comprendido entre 2005 y 2014, las estudios arrojaron la cifra de 18.336 suicidios, de lo cual se deduce que anualmente más de 1.000 casos de suicidio. En el año 2015 esta cifra fue superada por 2.068 suicidios registrados, además se detectó que el 80,03% de víctimas correspondía a la población masculina. En el año 2018 se registraron alrededor de 686 casos de suicidio.
Ante la prevención de estos casos el sistema de salud sugiere que se haga una intervención integral en el estado inicial de esta enfermedad como medida preventiva abordando diversos aspectos de manera que se trabaje por la mejora de la calidad de vida de quienes padecen depresión.