La cultura de los Andes

Los Andes, es la cordillera continental más larga del planeta, pero más allá del interés académico sobre las increíbles condiciones biológicas, de fauna y flora; es parte de la idiosincrasia cultural de Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Chile, y Argentina. Colombia, en específico, durante gran parte de su desarrollo cultural, y eso es mucho antes de la llegada de los colonizadores europeos (1492); esbozó su cultura por medio de patrones, de consumo y relacionales.

Desde la chicha, y su campaña de desprestigio social, hasta la adopción de palabras como barbaro, designadas para determinar la carencia de habilidades escriturales y de lectura adoptadas en gran parte del mundo, y promocionadas gracias a la invención de la imprenta y la globalización.

Olvidamos, claramente, influenciados por la iglesia, la constitución del Estado colonizador, y la adopción del sistema escritural; nuestra cultura mesoamericana. Aunque triste, y útil para robustecer el desarrollo de mi opinión; no será abarcado a profundidad.

La cultura del avivato, de la malicia indígena, o técnicamente la cultura del incumplimiento, es la representación de prácticas abusivas y contrarias al imperativo social. El Estado, y su institucionalidad espera el buen actuar humano, la buena fe es una herramienta jurídica que evidencia ello. Sin embargo, la apropiación cultural de la malicia indígena ha generado dificultades prácticas, como el entorpecimiento a la hora de trazar herramientas que mitiguen la corrupción, el hurto, y en general el abuso de los Derechos Constitucionales y Fundamentales.

El imperativo social, es un esfuerzo académico, realmente innovador que busca asegurar que el buen comportamiento humano como adopción cultural, es quien realmente mejorara las condiciones de vida. ¿Por qué actuar mal cuando no me gustaría sufrir las consecuencias negativas de la otredad?, el Estado como catalizador y promotor de buenas prácticas, es quien debe regular desde una edad temprana el tejido social. La estructura social, debe desarrollarse desde la academia pública de alta calidad y con alta cobertura Nacional.

Las políticas públicas de ampliación de la cobertura nacional de educación, durante varias décadas ha funcionado. Sin embargo, se ha descuidado el aumento proporcional de la calidad en el mismo rubro. Es por eso, considero que la educación es uno de los factores que ha de ser impuesto como una medida idónea para la solución a la cultura del incumplimiento.

Gracias por leerme.

Todas las columnas del autor en este enlace: Juan Camilo Munar Garcia

Juan Camilo Munar Garcia

Abogado, y Profesional en Gobierno y Relaciones Internacionales.

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