“Según la ONU, menos del 30% de los investigadores son mujeres”
Cada año, la Organización Mundial de Propiedad Intelectual, comparte el Índice de Innovación Global (GII) que clasifica las economías mundiales de acuerdo con sus capacidades de innovación. Colombia ocupa la posición número 68 en el índice de 131 economías, una de las razones es su bajo capital humano e investigación.
Por otra parte, según muestra un estudio de McKinsey las mujeres representan actualmente el 39% de la fuerza laboral mundial. Por ejemplo, muestra que las mujeres van por detrás de los hombres en el desarrollo de habilidades tecnológicas, ya que solo representan el 35% de los estudiantes de STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas por sus siglas en inglés) en la educación superior, y tienden a estudiar ciencias naturales más que ciencias aplicadas relacionadas con la tecnología de la información y la comunicación (TIC).
En Colombia, según el Ministerio de Educación, solo dos de cada diez mujeres egresadas de la educación superior optan por seguir carreras en ciencia y tecnología. Las brechas de género son evidentes en los primeros niveles educativos, en los que las niñas se dedican más y presentan mejores resultados en los campos no relacionados con las STEM. Un estudio reciente de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO, 2016) mostró que las niñas se desempeñan mejor en las evaluaciones de lectura, mientras que los niños lo hacen mejor en las de matemáticas.
Lo que, sí podemos decir, es que la cantidad de mujeres que se inscriben en carreras universitarias se ha incrementado, pero muchas de ellas continúan abandonando los estudios en los niveles educativos más altos. De hecho, las mujeres en un contexto global representan una porción apenas mayor que los hombres tanto a nivel de grado (53%) como de maestría (55%) según Instituto de Estadísticas de la Unesco (UIS, 2018). Sin embargo, la brecha se torna evidente a nivel de doctorado y se amplía durante la transición entre la universidad y el mercado de trabajo, donde menos del 30% de los investigadores son mujeres (ONU Mujeres,2020).
Ocurre lo mismo en el país, según datos del Observatorio de Ciencia y Tecnología (OCyT), las mujeres superan en porcentaje a los hombres en pregrados como medicina y ciencias de la salud con un 71% de mujeres, matemáticas y ciencias naturales 52.4% de mujeres, economía y administración 63.6% y ciencias de la educación 66.1%; pero en el doctorado la brecha crece. Hoy se hace urgente visibilizar y tomar referentes para que cada vez más niñas y jóvenes mujeres encuentren en la educación de estas diferentes disciplinas, una oportunidad de plantearse la posibilidad de dirigirse hacia esas carreras. Es bueno también destacar a la Red Colombiana de Mujeres Científicas, que se presentan como una asociación de personas e instituciones interesadas en promover, estimular y visibilizar la participación de la mujer en ciencia y tecnología; y que, por estos días, celebraba el 11 de febrero, el Día Internacional de la Mujer y la niña en la ciencia, que nace como iniciativa de las Naciones Unidas (ONU Mujer), para reconocer su rol con el objetivo de lograr el acceso pleno y equitativo en la ciencia con el fin de contribuir a la diversidad en la investigación y participación de la misma.
Por otra parte, otro grupo de astrofísicas colombianas: Lauren Flor, Maestra y Doctora en Astrofísica de la Universidad de Guanajuato (México); Andrea Guzmán, estudiante de Doctorado en Astrofísica en la Universidad de Berna (Suiza); Valentina Abril, Doctora en Astrofísica y Cosmología del laboratorio de Astrofísica (Francia); y, Ana Mikler, estudiante de Astrofísica en la Universidad de Bonn (Alemania). Han creado una comunidad llamada CHIA, (Colombianas haciendo investigación en astrociencias), y hoy ya son alrededor de 80 científicas. Además, han creado un podcast donde pretenden llevarnos a conocer más sobre su participación desde su campo de estudio, derribar estereotipos sobre la mujer en la ciencia y traer otros personajes de mujeres como referentes. Una de ellas, Lauren, comparte que el 13 de febrero compartirán una actividad que se llama ‘Universos Multiversos’: La luz vista por nuestras astrónomas; donde hablarán sobre el espectro electromagnético. Este evento iniciará desde las dos de la tarde, y contará con la participación del Planetario de Bogotá, el Observatorio Astronómico de la Universidad Sergio Arboleda y el Observatorio Astronómico de la Universidad Nacional.
Para conocer más de este interesante proyecto pueden seguirlas en sus redes como @astrochiacol en Facebook y también en Twitter como @AstroChia.
Ahora es momento de seguir resaltando esos nombres de mujeres transgresoras, que nos hablan que hoy más que nunca, la participación de la mujer en la ciencia y la tecnología es crucial para el crecimiento en i+D, la competitividad y, por supuesto, de la diversificación para seguir mejorando el sistema educativo y promoviendo más oportunidades en las carreras de STEM para continuar cerrando la brecha en el campo científico.
Asimismo, también se debe buscar el desarrollo sostenible y la ambiciosa Agenda 2030, que requiere que más personas se formen en ciencia; y, por esto, la importancia de que las niñas y mujeres se formen en ciencia y tecnología, para disminuir esta brecha de género; y lograr un incremento significativo de la cantidad de niñas y mujeres que comienzan carreras profesionales en STEM. Pues según la UNESCO, se estima que hasta el 75% de los empleos estarán relacionados con el campo de las STEM.
“Nada en este mundo debe ser temido… solo entendido. Ahora es el momento de comprender más, para que podamos temer menos”.
Marie Curie
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