Jóvenes en Paz Espera

Termina siendo hasta un insulto el predicar las bondades de la iniciativa, de su importancia para dar vuelta a tantos episodios de violencia que a diario aquejan nuestro país y que el máximo exponente del programa no aparezca.


La iniciativa insignia del Gobierno denominada Jóvenes en Paz que se inauguró el pasado 22 de diciembre, se convirtió en Jóvenes en Espera pues el presidente Petro quien debió asistir y presidir el evento, no apareció. Al parecer luego de su elocuente discurso presidencial en Ibagué el 21 de diciembre el mandatario se esfumo del mapa y por tanto su lugar en el evento fue delegado a la vicepresidenta Márquez.

La verdad es que termina siendo una burla la cantidad de información contradictoria y situaciones bochornosas que se evidencian y salen a flote casi que a diario por parte del Gobierno de turno. Específicamente hablando del programa Jóvenes en Paz, termina siendo hasta un insulto el predicar las bondades de la iniciativa, de su importancia para dar vuelta a tantos episodios de violencia que a diario aquejan nuestro país y que el máximo exponente del programa no aparezca.

Una silla vacía transmite mucho y sino recordemos el episodio del recién inaugurado presidente Pastrana cuando instalo las mesas de negociación con las FARC en San Vicente de Caguán. La aspiración era alcanzar la paz que tanto ansiaba el país y cuando todos los ojos estaban puestos en dicho evento, el máximo exponente de las FARC, Manuel Marulanda se abstuvo de asistir al evento dejando plantado al presidente Pastrana en una mesa solo con una silla vacía a su lado ¿Cuál fue el resultado? Se evidenció la falta de voluntad politica por parte de las FARC, las brechas entre las partes y en si la violencia continuó.

Podemos sumar este desplante a la extensa lista que nuestro presidente encabeza y aunque el evento se llevó a cabo, de verdad me intriga saber qué sensaciones experimentaron los jóvenes que invitaron al evento, la directora de prosperidad social y mano derecha de nuestro presidente, la misma vicepresidente que tantas veces le ha tocado sustituir a nuestro mandatario en eventos similares y demás funcionarios gubernamentales, prensa y ciudadanía en general que presenciaron el evento. Yo, como ciudadano del común y fuera de toda luz pública, me hubiese sentido decepcionado y avergonzado.

Sin embargo y a modo de conclusión aún guardo la esperanza que durante el tiempo que resta de su mandato presidencial logre dar vuelta a la situación. La primera tarea que le toca asimilar es la importancia de atender los eventos a los cuales se comprometió asistir porque detrás de la palabra de un hombre se conoce su valor y si sigue incumpliendo, no solo lo hace ante el publico que asiste sino ante todo el país y las acciones siempre hablaran más que las palabras.


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Santiago Zapata Serna

Soy un curioso innato, apasionado por la lectura y en general los temas financieros y de economía en general. Me encanta una buena conversación y de vez en cuando escribir sin tinta lo que se me viene a la mente.

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