Esta historia es la de Jorge Cock Quevedo, un hombre trascendental en la historia social y humanitaria de Medellín y de Colombia en general, con hitos como la fundación de capítulos locales de movimientos internacionales, promover el desarrollo de la vocación de servicio y dejar sentadas las bases de la cooperación con propósito humano. Su padre Jesús Cock Parra oriundo de Medellín, estuvo en la Guerra de los Mil Días y fue uno de los fundadores del cuerpo de bomberos de Medellín que, aunque aparece en 1917, no es sino hasta 1922 producto de los graves incendios de 1921 que se reestructura y fortalece con el liderazgo, entre otros, de Jesús Cock, quién sería jefe de bomberos de 1924 a 1926. Su madre Lorenza Quevedo Álvarez era hija del connotado médico Tomás Quevedo Restrepo miembro fundador de la Academia de Medicina de Medellín, cuyo padre José Ignacio Quevedo Amaya también perteneció a la Academia de Medicina como presidente honorario a perpetuidad, médico bogotano llegado a Medellín tras la muerte de Francisco de Paula Santander del que era médico de cabecera.
Jorge nace en Medellín el 19 de marzo de 1903 y continuando la tradición familiar se gradúa de la Universidad de Antioquia en julio de 1929. Mientras estudiaba estuvo ligado a la creación del capítulo antioqueño de la Asociación Cristiana de Jóvenes y el Movimiento Familiar Cristiano, y en 1918 junto a su tocayo Jorge Castaño Duque fundan el grupo scout primero de la Universidad de Antioquia, el primero en el departamento y uno de los primeros en constituirse formalmente en el país, donde sería jefe de grupo hasta 1921. Fue en 1926 que comienza su reconocimiento en la sociedad de entonces, siendo el tesorero del comité fundacional de la Cruz Roja en Antioquia, donde serviría durante el deslizamiento de 1927 en Envigado, teniendo un papel protagónico en la reciente Cruz Roja antioqueña hasta convertirse en concejal de Medellín, ser parte de la junta directiva del hospital San Vicente de Paúl, Secretario de Salud de Medellín y jefe médico de la Universidad de Antioquia.
Cofundaría también la Unión de Trabajadores de Antioquia UTRAN en 1945 que representó la sindicalización de un importante número de obreros católicos y la posibilidad de afiliación de sectores conservadores. En 1948 la Arquidiócesis de Medellín convoca a un grupo de personas reconocidas y, por el prestigio del que ya gozaba Jorge Cock, fue llamado a sumarse al capitán Julio Enrique Villate en la creación de la Granja Jesús Obrero, destinada a proteger y educar a niños y jóvenes campesinos que llegaban a la ciudad huyendo de la violencia en sus pueblos. Estando a la cabeza de la Sociedad de Mejoras Públicas se comprometió en la misión comenzada en 1910 de crear una escuela de pintura, escultura y música que se convertiría en el Instituto de Bellas Artes. El 7 de agosto de 1926 inicia la construcción del Palacio de Bellas Artes, sede del Instituto que hoy es considerado patrimonio artístico y cultural de Medellín y monumento de interés nacional.
Llegó a ser concejal de Medellín donde promovió la salud pública por medio de políticas de modernización de los servicios médicos y el fortalecimiento de instituciones dedicadas a atender las necesidades de los desfavorecidos. En varias ocasiones posteriormente participó en la junta directiva de la Cruz Roja departamental y llegó a ser jefe nacional del Movimiento Scout en Colombia, recibiendo reconocimientos como la Ardilla de Plata del Movimiento Scout, la Cruz de Boyacá y la Medalla del Civismo de la Sociedad de Mejoras Públicas de Medellín. Finalmente destacó su liderazgo en la Fundación Lorenza Quevedo de Cock, que llevando el nombre de su madre promovía los fines que ella cultivo en vida como la promoción de las mujeres en la literatura y las artes, la necesidad del acceso de ellas a los medios de comunicación y el derecho a organizarse con en el Centro Femenino de Estudios.
Estuvo felizmente casado con Alicia Londoño Posada, hija de Víctor Londoño Londoño y de Leonisa Posada Restrepo, por quién siempre profesó un amor incorruptible y con tuvieron ocho hijos. Estos fueron: Rodrigo Cock Londoño que fue director de la cárcel de Ladera; Jesús Cock Londoño médico; Jorge Eduardo Cock Londoño economista quien sería ministro; Carlos Cock Londoño; el empresario y banquero Juan Maria Cock Londoño; Dora Lucia Cock Londoño; y el ecologista Dario Cock Londoño. Jorge Cock Quevedo fallecería a los 89 años en la Ceja, Antioquia con un legado prolífico que continuará viviendo muchos años más.
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