El candidato presidencial argentino, Javier Milei, favorito en las encuestas para ganar las votaciones generales del 22 de octubre en el país austral, es tildado de ultraderechista por algunos medios de comunicación y desde luego por la mamerteria marxista, no se sabe si lo hacen por ignorancia o mala fe; resaltando que los términos derecha e izquierda se prestan para confusiones y el hecho de que Milei sea un libertario y anticomunista no es razón válida para tratarlo de candidato de la extrema derecha, dado que el comunismo como secta totalitaria ha sido enemiga de la humanidad, debido a lo cual repudiarla pertenece al sentido común.
Por lo anterior queremos resaltar que la izquierda y la derecha más que por su ubicación teórica, tienen un manejo difuso que muchas veces se usa de forma caprichosa, contrario a lo que enseñó la Revolución Francesa en donde la derecha representaba el statu quo y la prolongación del régimen, mientras la izquierda buscaba las transformaciones, por lo que se concluye que las dictaduras comunistas son de extrema derecha, caso del castrismo en Cuba que tiene 65 años, los Kim en Corea del Norte con casi 80, la férrea dictadura comunista china cumple 74 años en octubre, a ello se agrega la tiranía genocida chavista en Venezuela que le ha prometido a los opositores que no volverán, lo que implica que permanecerá en el poder eternamente a cualquier precio, y como Venezuela está Nicaragua con Daniel Ortega que al mejor estilo estalinista masacra y tortura a la población.
Indudablemente, se puede ser de derecha o izquierda y a la vez repudiar al comunismo, puesto que la doctrina marxista es inhumana por su naturaleza, lo que quiere decir que ser anticomunista está en la lógica y la ética. Recordando nuevamente que los primeros anticomunistas fueron los anarquistas, quienes desenmascararon a Karl Marx en el siglo XlX , por su doctrina, estatista, burocrática y dictatorial.
El anticomunismo tiene total justificación, ya que la aplicación práctica del marxismo ha llevado al asesinato de más de 150 millones de personas; convirtiéndose además desde comienzos del siglo pasado en el padre del fascismo con Benito Mussolini un marxista recalcitrante amigo entrañable del sátrapa Vladímir Lenin, quien no ahorraba elogios a favor del Duce, llegando a regañar a los jefes del partido comunista italiano en 1922, durante una visita a Moscú, por haber dejado ir a “semejante revolucionario”, quien en palabras del tirano ruso era el hombre capaz de tomarse el poder en la península antes de 1914, a Benito Mussolini en su empresa fascista, lo acompaño nada más ni nada menos que Nicola Bombacci, fundador del partido comunista italiano, los dos fueron ejecutados en 1945. Subrayando que diferentes dictaduras han utilizado prácticas fascistas para oprimir naciones, sin importar el signo ideológico, pero quedando claro que el marxismo es el progenitor del fascismo.
No puede haber discusión acerca de que el comunismo totalitario o marxismo, el fascismo y el nazismo nacen de la misma matriz, pues los tres manejan las enseñanzas hegelianas que considera al Estado como su dios, y de ahí la expresión “todo en Estado, nada fuera del Estado”, y así los ciudadanos se convierten en herramientas para satisfacer a un líder como fue el caso de Hitler en Alemania, o al partido como ha sucedido en los regímenes comunistas, por ello en estas tres perversiones cuando han asumido el poder, el Estado posee todos los poderes sobre las personas quitándoles los derechos individuales.
El triunfo de los aliados en la segunda guerra mundial en 1945 de la que también hizo parte la URSS, heredó la guerra fría que le permitió al comunismo internacional(padre del fascismo), proyectarse en diferentes países del mundo, a pesar de ser una dogma inhumana, que crea nuevas monarquías y camarillas que después de conquistar el poder busca perpetuarse para siempre en la dirección del Estado mediante la represión y el genocidio, a lo anterior se agrega que el difunto dictador cubano Fidel Castro(1926…2026), fue desde 1959 hasta el derrumbe de la Unión Soviética en 1991, lacayo del Kremlin, para buscar que los países latinoamericanos cayeran en las fauces del imperio soviético.
Con la caída del muro de Berlín (que lamenta Gustavo Petro), el tirano Fidel castro, aprovechándose del atraso conceptual e ideológico de algunos pueblos latinoamericanos, usó al líder sindical Lula da Silva quien en la actualidad es presidente de Brasil, para montar el Foro de Sao Paulo en 1990, y así reciclar los desechos del marxismo leninismo repudiados en el viejo continente, pero además contó con la ignorancia de Hugo Chávez personaje golpista con inclinaciones fascistas, quien se creía la encarnación de Simón Bolívar y un nuevo mesías para llevar a la región al “paraíso terrenal”.
Chávez ganó las elecciones en diciembre de 1998 en Venezuela, comenzando la gran pesadilla en la patria de Bolívar. Ante esas condiciones Castro ni corto ni perezoso sabiendo de las limitaciones del maniático venezolano, quien no pasaba de ser un simple pichón de comunista a pesar de su edad madura, lo utilizó implementando el socialismo del siglo XXl, que para el tirano cubano era la manifestación moderna del marxismo.
Algo que históricamente identifica al fascismo, nazismo y comunismo es el terrorismo, que es la utilización de métodos violentos indiscriminadamente en contra de la población para amedrentarla, buscando fines políticos y económicos, especialmente, por eso Hitler decía: “Las masas necesitan eso. Necesitan algo que les cause pavor”, y para el caso colombiano no se puede olvidar que las narcoguerrillas marxistas de las Farc y el Eln han sido responsables de los peores actos terroristas que han ocurrido en el país durante los últimos 60 años, en donde toda esa insania ha sido practicada para tomarse el poder.
La civilización debe de ser anticomunista, antifascista y antinazista, para ser coherente con el humanismo, porque las tres doctrinas ignominiosas deben de estar en el basurero de la historia, debido a que le han causado demasiado daño a las naciones. Resaltando que en el caso latinoamericano el comunismo totalitario con sus diversos remoquetes, es la principal amenaza de la libertad y la democracia, porque el fascismo y el nazismo están reducidos a una mínima expresión, pero el marxismo mediante artimañas, sigue timando a los pueblos ocultándose en una falsa sensibilidad social, para que los ingenuos caigan en su trampa.
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