Mientras transcurre la violencia a gran escala, entre Israel contra Hamas y Hezbollah, ahora hay un tercer actor en la escena, el estado teocrático de Irán, quien con su arsenal de misiles ha atacado a Israel directamente por vez primera. Medios y usuarios de redes sociales, aseguraban que podría ser el inicio de la tercera guerra Mundial, de lo cual estamos absolutamente lejos de que suceda. Y veamos por qué.
Ya lo han dicho teóricos de la ciencia política de Israel, que, sería un fatal error que el estado hebreo entrara en guerra contra Irán. Entre ellos ex directores de inteligencia, puesto que, el último en entrar en una guerra directa contra el régimen de los ayatollah no quedo muy bien parado, y a la postre, sucumbió ante la comunidad internacional. Pero este, no es el caso de Israel. La guerra que sostiene Israel mediante los medios con los cuales la ha llevado, es una forma sutil de ganar contra aquellos que la quieren desaparecer del mapa. Contra el terrorismo Islámico y el estado de Irán.
Por supuesto que, este artículo no enfatiza en la necesidad de querer llamar al apoyo hacia Israel, ya que el estado hebreo hace hincapié en su política necesaria de legítima defensa, pero tiene sus aciertos y sus contras, entre ellos, violaciones al Derecho internacional. Pero tampoco en aquella irracionabilidad de estar a favor de políticas en contra de Israel y esperar una victoria rotunda de sus adversarios. Estamos de acuerdo, en que la lucha contra el terrorismo islámico está bien, y es necesaria, pero la guerra entre dos estados es un hecho que se debe evitar a toda costa por el bien de la región, y de la civilización humana.
La guerra contra Hezbollah es contra una organización terrorista, que si bien, al estar en un país ajeno, se han cometido violaciones al derecho internacional y a diversos tratados suscritos, no supone una guerra contra una nación. De manera que, no hay motivos para no estar a favor de Israel en este escenario, puesto que, quien apoye a Hezbollah está apoyando al terrorismo. Y de igual forma sucede con Hamas, quien apoye a Hamas, está apoyando el terrorismo, peor aún, incurriendo en el crimen de apología al terrorismo. Sin embargo, la cuestión con Gaza y la ANP es diferente, y es aquí donde Israel se ha ganado numerosos enemigos ajenos al mundo musulmán, como los los estados de izquierda y de la “social democracia”. En síntesis, aquellos que apoyan a Palestina, pero no son musulmanes o árabes. Tal guerra no se ha podido acabar, por el apoyo de los estados anti Israel hacia Hamas y Hezbollah, y entre ellos Irán.
Entre tanto, los medios movieron sus fichas, promoviendo una eventual tercera guerra mundial, o simplemente una guerra Iran Israel. Hecho que no ocurrió, y es muy improbable que ocurra al menos en esta década. Una guerra entre Iran e Israel sería fatal para la humanidad, ya que ambos poseedores de arsenal nuclear, al menos se sospecha de Iran, no dudarían en usarlo de ser necesario en caso extremo. Desde que Ahmadinejad asumió el poder en 2005 en Iran, dicho país ha sostenido una política de odio radical hacia Israel. Tanto así, que han expresado su deseo de que el estado de Israel deje de existir.
Sin embargo, con la muerte del ultimo presidente fundamentalista de Irán, hace unos meses, y con la toma del poder del nuevo presidente, que no forma parte de la línea religiosa del clero islámico, las cosas pueden mejorar aparentemente. Lo cierto es que, sectores moderados tanto en Israel como en Irán, saben muy bien que una guerra no conviene para ningún país. De manera que, una confrontación directa más que inevitable, es improbable que suceda. Por el bien de las dos naciones, y de la región. Y la comunidad de inteligencia de ambos países lo sabe perfectamente.
A pesar de que el ataque iraní se produjo, por retaliación del bombardeo israelí a su embajada en Siria, no obstante, no dejó de ser otro hecho más como el de los anteriores, sin que pase a mayores. La guerra subsidiaria y de no agresión directa entre israelíes e iraníes continúa sin mayores problemas. Los medios militares se reservan a simples ataque, y por medios cibernéticos, y de agencias de inteligencias, como se ha venido llevando a cabo esta guerra hasta el día presente.
Pero, después de todo, el que menos le convendría una guerra, es al estado persa, ya que está solo en una región donde muchos estados musulmanes, y árabes están transaccionando hacia otro orden unánime al siglo 21. Irán está solo, y cuyos aliados como Venezuela, poco pueden hacer por este, caso similar a Corea del Norte. Analistas de la BBC han cuestionado muy bien a fondo, el papel de Irán en la región debido a su marginación de la comunidad Internacional.
De manera que, una confrontación directa, entre estas dos naciones no sucederá, a pesar de los nuevos intentos de Irán de eliminar al Primer ministro imperante, y el constante hostigamiento mutuo. La guerra continuará haciéndose por los medios que se han venido llevando a cabo. Irán no puede, sostener una guerra contra Israel, ya que no cuenta con aliados estratégicos, que le respalden al 100%. Tal como Estados Unidos a Israel. De tal forma, toda especulación de guerra entre el estado persa y hebreo y una guerra global, por no decir mundial, es un escenario netamente “ficticio” por ahora.
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