Insistir por principio

David Forero

“El Desarrollo Sostenible, como con cualquier principio que busque orientar nuestra conducta, requiere que nos preguntemos ¿Por qué debemos acogerlo?”


No son pocas las definiciones sobre lo que es el Desarrollo Sostenible. Sin embargo, todas apuntan a un mismo principio: que las actividades humanas no deben erosionar la disponibilidad de los recursos que serán necesarios para las generaciones futuras. El cumplimiento de este principio implica orientar nuestra conducta en lo que respecta a las actividades de extracción, transformación y consumo. Como ocurre con cualquier principio que guíe nuestra conducta, es pertinente preguntarnos: ¿Por qué debemos adoptarlo? A continuación, revisaremos algunos argumentos al respecto, con el fin de depurar la respuesta a esta pregunta:

Para frenar el cambio climático

Todo depende de la escala desde la cual se observe. Si consideramos los inicios de la Tierra, la vida siempre ha estado presente, y el cambio climático también. Negar el impacto ambiental de las actividades humanas es un despropósito equivalente a tapar el sol con un dedo. Sin embargo, afirmar que el cambio climático, un fenómeno inherente a la historia y a la composición geológica del planeta, es algo que exclusivamente nosotros hemos generado, resulta, por principio, arrogante. No tenemos como especie tanto alcance.

Para evitar que nuestro planeta se destruya

Este argumento también debe ser precisado desde una óptica temporal más amplia. El planeta eventualmente morirá, básicamente porque nuestro sol lo hará, y sin él la Tierra no podrá sostener la vida (al menos con la tecnología que conocemos hoy en día). Por lo tanto, pensar que el desarrollo sostenible puede evitar esta destrucción no es un planteamiento acertado.

Por preservar la vida

La vida ha existido en el planeta durante mucho tiempo y ha sobrevivido a cambios tremendos, como las glaciaciones. Es importante dejar de lado el antropocentrismo y reconocer que la vida excede nuestra existencia como especie.

El último argumento, como se ha mostrado, es impreciso, pero lleva a una reflexión importante: el desarrollo sostenible no fue concebido para preservar la vida en general, sino para preservar nuestra vida a lo largo del tiempo. Es una perspectiva que busca prolongar nuestra existencia en este planeta; una postura con la que estoy de acuerdo y que, tras las precisiones realizadas en este escrito, creo que debemos defender. Es una cuestión de principio, porque no solo se trata de que vivamos, sino de cómo vivimos. Es tanto una postura económica como una bandera ideológica, que debe estar presente en todas las posturas políticas y debe permear nuestros sistemas regulatorios a nivel jurídico, comportamental y moral.

Insistir en el Desarrollo Sostenible es insistir, por definición, en una mejor calidad de vida para nosotros y nuestros descendientes.

David Forero

Analista económico

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