El 14 de septiembre de 2016 será un día que recordaremos por un acontecimiento nefasto en el Congreso de la Republica. Este día, la Comisión Primera del Senado de la República aprobó en primer debate el inhumano Referendo que busca modificar la Constitución Política, para que solo heterosexuales en Unión Marital de Hecho o Casados puedan adoptar niños y niñas en nuestro país.
Pero, ¿Por qué esto resulta ser tan controversial? La respuesta es sencilla: porque atenta de forma directa contra los Derechos de la población LGBTI, y los deja a merced de mayorías que han discriminado a estos grupos y que no están en acuerdo con sus ideales.(Ver enlace) Teniendo en cuenta que la población colombiana es mayoritariamente católica (con un 79%) y cristiana (con un 13%), ya se sabe cómo será el desenlace de esta historia: al final, se aprobará la Reforma, y existirá un ataque directo contra las garantías fundamentales de un grupo de personas.
Antes de continuar, es necesario hacer una aclaración, y es que la Adopción no es un Derecho, ni mucho menos. Sin embargo, la igualdad ante la ley si lo es. Y esta última no solo encuentra en la Constitución Política de Colombia, sino en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, y en los diferentes Tratados Internacionales ratificados por Colombia. Y es precisamente en este punto donde nos hacemos esta pregunta: ¿Cómo viola esto el Derecho a la Igualdad? Es entonces donde tenemos que traer a colación los requisitos para adoptar en nuestro país.
En el Articulo 68 del Código de Infancia y Adolescencia se encuentran estos requisitos, que son básicamente ser capaz, tener 25 años o más, demostrar idoneidad para brindarle amor y estabilidad al adoptante, y tener 15 años más que él. Pregunto yo: ¿y es que un homosexual no cumple estos requisitos? ¿Es que, por el hecho de ser Gay, se pierde la capacidad? ¿Es que una Lesbiana no puede llegar más allá de los 25 años de edad? ¿Acaso un Transgenerista no tiene suficiente posibilidad de brindarle amor y estabilidad a un niño? ¿Acaso un Bisexual no puede tener más de 15 años que el adoptante?
Si aún no ha llegado al punto, se lo voy a explicar: la única razón para que se le pueda negar la posibilidad de adoptar a alguien en Colombia es porque no cumple uno de los requisitos anteriores. Entonces, ¿resulta lógico prohibir la Adopción a un grupo solamente porque tiene una orientación sexual distinta? ¿Le parece a usted algo positivo que se le diga a un grupo de personas que por el mero hecho de amar a alguien de su mismo sexo no tienen las mismas capacidades que un heterosexual? Aquí hay que dejar algo en claro, y es que todos ante la Ley somos personas con las mismas capacidades y posibilidades.
El Referendo que apoya Viviana Morales y Carlos Alonso Lucio nos quiere devolver a una época en donde existían ciudadanos de primera, segunda o tercera categoría. Entonces, quiere segregar a todo un grupo sencillamente porque no piensan igual que ellos. La intolerancia de estos personajes es sin duda fruto de un fanatismo ciego que les ha llevado a olvidar el ideal de Estado Laico proclamado en la Constitución Política de 1991, para volver a un modelo rígido como el proclamado por la Carta Política de 1886.
Efectivamente señores: ¡son nuestros niños! Y lo mejor que este país puede hacerlos es protegerlos de la intolerancia, de la ignorancia, y por, sobre todo: de los fanatismos. Es tan simple como “Vivir y dejar vivir”; que es lema oficial de Liberando. Aquí no se trata de que por ser “mayoría” puedan decidir sobre los Derechos de otros, porque al final se pasaría de un sistema garantista, a un ámbito tiránico. Obviamente esto último no puede confundirse, y ahora plantear que el Pueblo no debería salir a votar. En realidad, el Pueblo tiene que tomar las decisiones importantes como elegir a un Presidente o a sus Representantes, pero no sobre las Garantías Fundamentales que goza cada persona.
Si usted está en acuerdo con esta monstruosidad que se están inventando, lo invito a reflexionar, y a pensar un poco. Puede que hasta el momento no hubiese sido víctima, pero piense algo: ¿le gustaría pensar algo, y que todo el mundo se burlara de usted? ¿le gustaría ser partidario de una idea y que las personas quisieran censurarlo? Un integrante de la Comunidad LGBTI siente eso, y puede que a usted no le importe, pero ojalá jamás este en la posición de Victima. Eso es algo que no se le desea a nadie.