Ignorando lo obvio

Solo cuando abrimos los ojos seremos capaces de ver realmente la realidad y dejaremos de seguir ignorando lo obvio

Estamos en un mundo donde los vivos, ambiciosos, pícaros triunfan, hoy en día mi país sufre uno de los actos mas deshumanizados en todos sus tiempos, la ambición desborda desde hace mucho tiempo en mi bello país, le damos nuestros votos a candidatos que no mueven ni un solo dedo por las personas que realmente son productivas al país.

No tienen ni una pizca de empatía, buscan solo placeres de los suyos, buscan permanecer, perpetuarse dentro de la historia ubicándose en la raíz del árbol genealógico, porque siempre vemos a los mismos, solo que con diferentes apellidos y las personas con un grado mas de capacidad así tengan toda la inteligencia, experiencia adquirida sin los contactos son un desperdicio ante una sociedad ciega.

Que ridiculez pensar en los estudios de los niños, la salud, tanto la salud como la educación son una miseria en este país. Saben los profesores que tenemos, acaso se dan cuenta de ello, al menos en las instituciones publicas son deplorables, ni ellos mismos saben escribir, no logro entender como sacaron una licenciatura y mucho peor llamarse docentes.

Hasta la actualidad no he visto sanción por tener este tipo de fallas, claro no les interesa, por eso nunca las habrá, no hay la importancia del caso porque les vale un comino la educación de las personas que no tienen recursos para poner a sus hijos en una escuela, colegio, universidad particular.

Como no va haber delincuencia si los menores crecen en ese ambiente de desgano, sin importancia, intolerancia, descuido hace décadas y así como observamos a los poderosos cambiar de caras en diferentes roles, pero son la misma cara de una misma moneda, sucede paradójicamente con los menores que se convierten en adultos creando una ruleta generacional sin final.

Hablan de equidad, pero en sus actos hablan mediocridad, desde ahí parte una educación con igualdad en todos los sentidos, así mismo la salud, claro ellos ganan lo suficiente para atender a los suyos en un ambiente agradable, con equipos, con tecnología de punta, viajan a otros países a operarse porque saben que el servicio de salud que ofrecen es de lo peor.

Así que es hora de abrir los ojos mis queridos hermanos ecuatorianos, tengamos nuestros propios criterios, es hora que ustedes vayan hilando todas sus conjeturas y ser partícipes de todo lo que pasa en nuestro país, porque es de todos, la labor empieza instruyéndonos intensamente no dejemos que la ignorancia siga en nuestros hogares, hay que romper este ciclo creando conciencia.

Triste realidad

Ana Alejandra Arroyo García

Ecuatoriana nacida en una pequeña ciudad de Esmeraldas, ejerzo la profesión contable, pero tengo gran pasión por la escritura, todos los días escribo desde una pequeña victoria hasta mis luchas más fuertes, me encanta servir, y no hay deber más entregado como hermanos que aportar en lo que mas puedas en esta vida

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