Los humedales son terrenos que se inundan o permanecen inundados, son reguladores del ciclo hídrico porque controlan y previenen inundaciones, funcionan como reservas de aguas, mejoran la calidad del aire (son sumideros de CO2, regulan la temperatura de la zona, son hábitat de diversas especies endémicas, locales y migratorias).
Colombia tiene 31.702 humedales, equivalentes a 20 millones de hectáreas, que además abarcan terrenos de 1.094 municipios. Es decir, casi 29 millones de colombianos, aproximadamente el 87 por ciento de la población, conviven con estos sitios, donde se reproducen enormes cantidades de fauna y que han sido considerados por los expertos ‘los riñones del planeta’, por su capacidad para acumular agua y filtrarla.
Estos están distribuidos en todo el territorio nacional, desde la zona costera del Caribe, los Llanos orientales, el sur, las nieves perpetuas de los nevados y en todos los páramos del país se encuentran.
El área urbana de Bogotá está compuesta en su 90% de humedales, los cuales ya fueron edificados o construyeron vías sobre ellos. En su mayoría los pocos que se conservan están amenazados por distintas causas, pero principalmente por la construcción de casas, vías y que estos sean convertidos en parques para la diversión de los habitantes, entendiendo que los humedales son un ecosistema y como tal tiene función como servicio ambiental y no como un servicio recreativo.
En el Alto y Medio Magdalena entre los departamentos de Antioquia, Santander, Bolívar, Sucre y Cesar se encuentra el corredor de humedales más grande del mundo que va desde el municipio de Puerto Berrío en Antioquia, hasta el canal del dique en Atlántico, estos tienen una amenaza latente por cuenta de la minería, la ganadería extensiva, el monocultivo y la sequía prolongada.
La situación en los sistemas de corredores de páramos no puede ser peor, estos tienen gran importancia en el ciclo del agua, entendiéndose como estos como los primeros filtros después de que los frailejones (espeletias) afloran el preciado líquido. La minería junto a la producción de hidrocarburos es la principal amenaza para estos ecosistemas, ya que generan vertimientos de químicos que resultan ser muy tóxicos para estos, como gasolina, mercurio, cianuro. Pero también se ven afectados por los vertimientos generados por las actividades agrícolas, químico dependientes, ya que al verter agroquímicos, como el glifosato o el triple 15, generan daños en la esponja de agua, lo cual es irreversible para esta.
La laguna de Tota en Aquitania, Boyacá es uno de los ecosistemas más preciados del país por su importancia ambiental, esta cuenta con una diversidad de especies nativas que ningún otro lugar posee, además de tener la playa más alta del mundo a sus 3500 metros de altura, esta laguna es el humedal más grande del país y está amenazada por la minería, por pozos petroleros, gran vertimiento de agro químicos por los cultivos de cebolla y una sobre población de trucha que genera una violencia por competición desigual entre especies, que conlleva a la extinción de varias de estas que son nativas.
Para hacer una remembranza sobre el uso de este ecosistema por comunidades nativas debemos recordar a los Zenúes de la familia de los Caribes, los cuales en la Mojana sucreña y en la sabana cordobesa usaban estos para distintas tareas y llegaron a entenderlos tan bien que construían sus viviendas en lugares elevados realizando caminos que llevaran a las casas y los cultivos, pero esto no era solo un medio de transporte, su principal función era en épocas de lluvia llevar agua hacia los cultivos y humedales para que estos garantizaran la disponibilidad del agua, estos fueron destruidos por los españoles al no encontrarle sentido.
Envigado es considerado uno de los municipios más biodiversos del sur del Valle de Aburrá, ya que tiene una posición estratégica que favorece el ciclo biológico, uno de ellos son los distintos ciclos anuales de aves migratorias que se desplazan a lo largo y ancho del territorio y se asientan en un ecosistema muy especial: el humedal.
De acuerdo con estudio de la Universidad Nacional de 2005, en Envigado se registran 35 humedales en zonas rurales como Perico y Pantanillo, pero sin caracterización, de estos solo uno está declarado como suelo de protección desde 2011, gracias a la presión social por parte de El Comité Eco Humedales.
El humedal El Trianón es un espejo de agua que hace parte del cerro tutelar (corredor biológico) ubicado en la zona 7. Este ecosistema y los demás deben ser protegidos y declarados por las autoridades para que su conservación pueda ser efectiva y no sean vulnerados con agentes externos que cada día los amenazan e intervienen.
Este también es un aula y escuela ecológica, ya que diferentes instituciones, organizaciones realizan en este sus actividades de educación ambiental para generar cultura ambiental sustentable, esto genera un gran impacto en la comunidad aledaña ya que han sido directamente afectados por diferentes fenómenos que generan emergencias con daños en la comunidad.
Este es el caso de la quebrada La Seca, ésta realiza su ciclo hidrológico en su comienzo en el humedal del Trianón y después esta fue canalizada en su totalidad desde su salida del humedal, hasta la llegada al río Medellin, en el año 2011 ésta se desbordó poco después de sus salida del humedal, rompiendo el asfalto y vertiendo una inmensidad de agua, con piedras, lodo y sedimentos, lo que generó que se realizara un estudio a fondo sobre el estado de todas las fuentes hídricas del municipio.
Esto es importante ya que en el Municipio y en todo el país se está o van a realizar las modificaciones de los planes de ordenamiento territorial. Estos deben ser una construcción colectiva entre comunidad, autoridades y la academia. Aunar esfuerzos de esta manera garantiza el éxito del desarrollo local. Si no puede ser un factor determinante para la destrucción del sistema de planeación local y generar deterioro del tejido socio-ambiental.
Por esto se debe promover la creación de veedurías ciudadanas, grupos ecológicos y participación en los consejos de cuenca, para construir espacios de participación en los cuales la comunidad como principal afectado, construya sus planes en los cuales pueda visionar sus necesidades, y con esto realizar control social efectivo para las instituciones que regulan la actividad ambiental y la administración ambiental.
Todo esto es infructífero si las instituciones no cumplen el mínimo de predios con importancia hidrológica que la ley les exige, este es el 1% del presupuesto total que tiene cada unidad territorial para cada año. Sin esta cuota no se puede garantizar la preservación del patrimonio ambiental.
Es fundamental que el Ministerio de Ambiente en compañía de los institutos investigativos y universidades realicen una caracterización real del estado de los humedales en Colombia, entendiendo sus dinámicas y su importancia eco sistémica, ya que por esto las autoridades regionales no pueden actuar con una efectividad real porque no saben en la realidad social, que cuerpo de agua y vegetal es un humedal, esto genera una amenaza latente para este preciado ecosistema.
En definitiva, si queremos preservar los ecosistemas estratégicos que tanto nos han beneficiado con servicios ambientales, debemos realizar procesos de fortalecimiento local que sirvan como protectores ambientales y no para beneficiar la construcción desmedida, la movilidad para los vehículos motorizados, la apertura de minas y demás desarrollos que afecten el entorno natural y social.
Bibliografía
el agua, promiscuo, tengo 6847 hijos arboles nativos, miembro de @jovenesambiente, según El municipio de Envigado soy Envi