“La humanidad tiene armas modernas pero antiguas las heridas.”
Xhelazz – Una mirada.
La sociedad decadente demuestra que nuestras heridas no han sanado. Las tres heridas que nunca han sanado y son las que se han perpetuado en el tiempo: la guerra, la enfermedad y la pobreza o hambruna.
Seguimos permitiendo miles personas más sean asesinadas por intereses de unos cuantos y me atrevo a decir que por placer de otros. No solo me quiero centrar en lo que está sucediendo en Gaza o Ucrania. Es en el mundo que de manera constante experimentamos la guerra. En las ciudades se puede llamar delincuencia común, en pueblos vemos la presencia de paramilitares y guerrilleros.
Estamos, me incluyo como colombiano porque no estoy en Israel, viendo lo sucedido allá como algo alejado de nosotros, a unos cuantos kilómetros, pero no es así, somos personas que cuando suceden estos hechos nos duelen en el alma porque nuestra patria es el planeta. Y nuestra forma de reaccionar puede ser de diversas formas, eso es entendible
Lo que es cuestionable de este gobierno es que se enfoca más en hacer comentarios, sean hirientes o no, por redes sociales que por trabajar para que llegue el pan a todas las casas. En este preciso momento un niño está experimentando el hambre, al punto de que es lo último que experimentan en esta vida.
Presidente, le quisiera hacer un llamado al verdadero dialogo, no al que hacemos los humanos con duplicismo, sino aquel que realmente busca el para qué de las cosas, es decir, buscar una solución ante estas tres problemáticas.
Frente a la tercera herida, no tenemos el privilegio de erradicarla por completo, es una situación más de aceptación y de disciplina frente a este tema.
El COVID-19 es la muestra de que la humanidad estará siempre acompañada de enfermedades que a medida que sucede el tiempo se van volviendo más fuertes. La reflexión está en que nosotros mismos, por desconocimiento, les permitamos a las enfermedades desarrollarse tanto. El uso de antibióticos por auto prescripción es un riesgo alto que no debemos asumir.
Y así, con el uso de otro tipo de sustancias que pueden volver más fuertes a aquellos microbios que pueden ponernos a pensar sobre la aniquilación total de la humanidad. Para colmo de males, nuestro mayor enemigo, aparte de nosotros mismos, es microscópico.
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