Hace algunos días informé a través de mis redes sociales que Moravia, barrio de la gran Medellín, iba a recibir ayuda por parte del Gobierno de la República Checa a través de su Ministerio de Relaciones Exteriores. Fue entonces donde, sin un análisis detallado y de fondo, se me acusó de estar presentando falsas expectativas a la comunidad, especialmente a una que fue fuertemente afectada por catástrofes naturales. Este pseudo análisis fue realizado por un medio de comunicación de la ciudad cuya identidad no es necesaria mencionar en este momento, pero cuyo rigor quiero deslegitimar.
Me valgo entonces de este medio de libertad de expresión y opinión para informarle a todos los medellinenses que soy un político honrado y que, con mi gran aprecio frente a esta comunidad afectada, hoy vengo con GRANDES NOTICIAS para la comunidad y para la ciudad.
En efecto, el señor cónsul no tenía conocimiento de mi reunión con el honorable y sabio señor embajador de la República Checa, doctor Milos Sklenka, gran amigo, quien me manifestó su interés y su compromiso en aportar para el apoyo a esta comunidad, dada la cercanía que de su nombre con el nombre de una ciudad de la República Checa.
Es así como, gracias a esta reciente reunión, se concretó una visita en noviembre del señor embajador a la tierra de Moravia, en la cual determinará la forma en la cual aportará su ayuda y lo grande que ésta será para la comunidad.
No olvidemos que la fe mueve montañas, y que con la fe intacta, Medellín será cada vez más una gran ciudad.