“Los movimientos sociales, son grupos que reconocen que hay un problema en la estructura social y ven al Estado como un sujeto pasivo que no plantea soluciones.”
Cuando hablamos de construcción social, podemos referirnos a un sistema donde la sociedad civil cumple roles fundamentales y donde los sujetos promueven la cultura, la organización y crean las instituciones. En este sistema, surgen relaciones interpersonales a través de procesos dialécticos, dando origen a una realidad social que puede ser objetiva o subjetiva.
Ahora bien, en este proceso dialecto se construyen imaginarios que, una vez institucionalizados, generan disrupciones que rompen el equilibrio de la construcción social, produciendo invisibilización y ocultamiento de la realidad objetiva, dando paso a barreras de rechazo por medio de una comprensión subjetiva. Tal es el caso de quienes rechazan conductas colectivas.
No es un desacierto generar una cultura educativa frente a lo que han sido las luchas sociales y los comportamientos colectivos. Hay que tener presente que, las protestas han logrado la transformación de derechos civiles individuales en colectivos, la reivindicación de los derechos de las mujeres, las inclusiones raciales, el respeto a la perspectiva de género y otros grandes logros sociales de los que hoy la humanidad se beneficia.
El fundamento de estos movimientos es la indignación colectiva, observan carencia de bienes o recursos necesarios que garanticen el respeto de la dignidad humana. Son grupos que reconocen que hay un problema en la estructura social y ven al Estado como un sujeto pasivo que no plantea soluciones. Por esto se hace justa su intervención a través de marchas, protestas, bloqueos o cualquier estrategia que coadyuve a la reivindicación de los derechos exigidos.
Todas las instituciones sociales (colegios, universidades, iglesias, Estado, familia etc.) deben participar de manera directa y transversal en todas estas luchas para lograr un equilibrio social. Con cada nueva ola de movilización surge la oportunidad de vivir la democracia y lograr transformaciones sociales, por lo tanto, se debe considerar el impacto positivo de estas luchas en las dinámicas de justicia social.
Se hace menester recordar nombres como los de Martin Luther King, Nobel de paz en 1964, quien lucho para defender la igualdad y derechos civiles de los afrodescendientes, o Mahatma Gandhi con su movimiento independentista de la india. Mas reciente el movimiento de los chalecos amarillos en Francia que se manifestaron ante el alza de impuestos y el aumento del poder adquisitivo de la clase baja y media y el Estallido social en Chile producto de un conjunto de hechos que se fueron acumulando en el tiempo.
En el caso Colombia, estas manifestaciones le están haciendo frente al conjunto de reformas planteadas por el Gobierno nacional, la continua muerte de líderes sociales y el retroceso de la lucha contra la pobreza de 10 años según el DANE* entre otros.
*El Tiempo. (29 de 04 de 2021). Pandemia hizo subir la pobreza al 42.5% en 2020. Obtenido de https://is.gd/1hEHcN
La columna del 19M me parece interesante. Que justifique bloqueos, no lo comparto…por muchas, y muy justas que sean las luchas.