Un equipo de Al Poniente estuvo conversando con el expresidente y senador Álvaro Uribe Vélez sobre diferentes aspectos de su vida personal y política. Los invitamos a leer toda la entrevista que hace parte de nuestro especial #APensardeTodo con diferentes líderes del país.
A.P. Si usted pudiera regresar en el tiempo y hablarle al Álvaro Uribe que se está posesionando de presidente ¿qué consejo le daría?
A.U.V. Primero los saludo, los felicito por el esfuerzo y trabajo que vienen haciendo en Al Poniente, y les agradezco mucho. Esta mañana en EAFIT yo decía que uno de mis errores fue haber sido débil en algunas cosas de mi Gobierno, por ejemplo en la defensa de la Justicia Penal Militar, y tal vez todo ese debate democrático contra la justicia me creó esa debilidad que hoy corregiría. Actualmente creo que los militares no deberían ser juzgados por los magistrados de la JEP, sino por su juez natural. Es muy difícil que, cuando uno no se ha retirado al exilio o a la jubilación de la política como yo, se empiecen a mirar errores.
He puesto a los candidatos a hacer un ejercicio que tomo de un libro que estoy leyendo, se llama Black Box Thinking: si usted quiere ser presidente de Colombia, entonces empiece a pensar en las razones de su fracaso, para que no incurra en ellas. Si yo fuera aspirante a la presidencia, haría ese ejercicio y diría que no debo incurrir en esa debilidad.
A.P. ¿El equipo de fútbol preferido?
A.U.V. Pues hombre, yo toda mi vida he sido hincha del Nacional, ¡pero necesito los votos de los hinchas del Medellín también!
A.P. ¿Cuál diría usted que es el trago qué más le gusta?
A.U.V. Yo le tengo mucho miedo al trago, con dos o tres que me tome me vuelvo muy “hablantinoso”. Por fortuna me gusta es la poesía. Tal vez si me tomara un trago me tomaría una copita de aguardiente en pequeños sorbos, que me durara toda la noche. El aguardiente de acá es muy bueno, entre rojo y azul no sabría cual.
A.P. ¿Su música favorita?
A.U.V. Este país es muy rico en música. Yo mantengo en el Ipad un montón de canciones. La música andina me gusta mucho, en especial Diego Ochoa para hablar de contemporáneos.
Una vez, Rafael Escalona dio una noticia sobre una de sus últimas composiciones, La Mariposa del Río Badillo. Fue en una oportunidad donde yo lo invité a Antioquia, cuando fui gobernador, porque había una serenata de seiscientos músicos en la Plaza de Toros. Entonces yo invité a Escalona y fue la primera vez que se sirvió aguardiente en la Gobernación de Antioquia. El concierto era un viernes y él se vino desde el martes, yo le dije a los hijos míos que se salieran del colegio para atenderlo, al otro día me llamo Tomás y me dijo: “¿papá que qué hacemos con Escalona?, no quiere cantar sino tomar aguardiente”. Ya el viernes, yo le dije a Santiago Tobón y a Andrés Uriel Gallego, que en paz descanse, que atendieran al maestro en una oficina anexa y entonces les saque una botella de aguardiente, mientras yo revisaba unos decretos a las 11 de la noche. Cuando terminé de revisar los papeles, me fui para allá y esa noche con un tono muy bajo, con una voz muy clara y una bella pronunciación del español, refirió ahí en un “cantadito” la Mariposa del Rio Badillo. Varios años después esa canción la encontré en un CD de Iván Villazón.
A.P. ¿Qué libro, película o historia recomendaría para inspirar a los que quieren entrar en política?
A.U.V. Este año he leído varios libros: la cuarta revolución industrial, ¿Por qué ha fracasado Colombia? del profesor Serrano. Un libro bien importante de por qué nos fuimos quedando en silencio, publicada por la Universidad de los Andes de Chile. Ahora estoy leyendo Diálogo de Conversos de Mauricio Rojas y Black Box Thinking, como les dije. Pero tal vez el libro más importante que me he leído desde 1992 a la fecha, el que más impresión me ha causado, es uno de los tantos sobre Lincoln, creo que es el profesor Philips quien escribe un libro que se llama Lincoln on leadership, que examina a Lincoln como si fuera un líder contemporáneo, ese libro me ha marcado mucho.
A.P. Un poeta antioqueño que a usted le guste
A.U.V. ¡Tantos hombre! Porfirio para citar uno. Jorge Montoya Toro, Santiago Vélez Escobar.
Le interesaría leer: conversatorio con Luis Alfredo Ramos.
A.P. ¿Con cuál de los padres de la patria se siente más identificado o más le gusta?
A.U.V. Hombre, con todos. Las diferencias entre estas figuras en sus épocas no tienen por qué proyectarse para dividirnos alrededor de ellos en nuestro tiempo, son figuras complementarias muy importantes. No hay porque entrar a comparar entre Bolívar y Santander.
A.P. En su gobierno, ¿a quién considera como el mejor opositor que tuvo?
A.U.V. Tantos que hubo. El doctor Robledo ha sido un hombre que ha tenido consistencia frente al modelo de desarrollo, la gran diferencia que tengo con él, a quien respeto, es que yo creo en la inversión del sector privado grande, mediano y pequeño y uno de nuestros problemas es hacer que la economía colombiana sea economía de reparto, pues solo funciona en la gran economía de producción que necesita de la empresa privada en todos los niveles. Roy Barreras se hizo pasar como el mejor apoyo y a la vuelta de los años resultó un gran opositor. Iván Cepeda ha tenido una cercanía que él sabe a qué, entonces él ha sido vocero de esos sectores.
A.P. ¿Qué personaje de la historia mundial considera usted muy importante?
A.U.V. Ahora que está muy de moda el centenario de la revolución rusa he venido mirando los autores que se refieren a cómo se gestó. Prácticamente el Zarismo vuelve a Rusia en los años 1300, lo derrocan hace un siglo, entra un gobierno social demócrata como el de Kérensky, y ese gobierno solo dura hasta octubre porque ganan los bolcheviques de Lenin. Yo no sé qué tan rescatable sea Kérensky, lo que digo es que hay que mirar ese tránsito porque es un gran peligro que tiene Colombia: que se elija lo que llaman un gobierno de transición social demócrata para llegar a un nuevo comunismo.
Ustedes saben que el Chavismo ha tenido muchas vertientes en América Latina y que todas han hecho daño. Ayer leía un artículo del profesor Alfonso Monsalve, que fue vicerrector de la Universidad de Antioquia, y decía cómo se pasó en Rusia la propuesta social demócrata para derrocar a los zares, y cómo luego esto pasó al comunismo de hambruna, de asesinatos, etc.
Él advierte el peligro de lo que llama los social parásitos, recomiendo ese artículo porque me da mucho miedo que Colombia caiga en esos sectores parecidos al Chavismo.
A.P. ¿Cuál cree que ha sido el mayor acierto de Juan Manuel Santos en su gobierno?
A.U.V. Seguramente los hay, pero yo que estoy tan preocupado por la situación del país, cuando hay una tormenta tan grande uno no alcanza a ver la luz. Cuando yo veo un país con este problema del narcotráfico, el Estado quebrado, la empresa privada asfixiada, los trabajadores con una disminución de la capacidad adquisitiva, me captura eso tanto que no alcanzaría a ver los aciertos de Santos.
A.P. Para terminar, ¿de qué se arrepiente usted de su gobierno?
A.U.V. El tema no es de arrepentirse, es de decir en qué nos equivocamos. Yo creo que en la Justicia Penal Militar pasó lo que les dije, también faltó tener más control en el precio de los medicamentos. Seguramente hay varios temas. Posiblemente me dejé sacar más de una vez “la piedra”, la tengo amarrada hace ya varios años. El país a pesar de mis defectos iba avanzando, en temas de seguridad, inversión y políticas sociales, lo que no le han dejado ver a las nuevas generaciones, muchos de mis apoyos del 2002 y del 2006 han muerto, lo reemplazan una nueva generación que no sabe cómo era el país del 2002 y ha habido mucho profesor universitario que abusa y cuenta las cosas muy al revés de cómo sucedieron. En su momento hay cosas que cuestan opinión, algunas se olvidan y otras se malinterpretan y como sigo activo en la política me toca estar en el permanente debate. No quiero decir que no haya habido errores, solo que en mi gobernación y en mi presidencia hubo tendencias positivas que marcaron al departamento y al país.