Fuga de Cerebro en Colombia: ¿Por qué se van del país?

“Existen múltiples factores que motivan a los colombianos cualificados a emigrar. Entre las causas más frecuentes se encuentran las limitadas oportunidades laborales en el país. Aunque Colombia ha mejorado el acceso a la educación superior, esto no ha venido acompañado de un crecimiento proporcional en la oferta de empleos calificados”.


La fuga de cerebros, como usualmente se le conoce a la migración cualificada, es un fenómeno global que ha tomado relevancia en las últimas décadas, y Colombia no es ajena a esta realidad. La migración de profesionales altamente calificados, conocidos como «fuga de cerebros», implica la salida de talentos con formación universitaria y postgrado hacia países desarrollados en busca de mejores oportunidades laborales, mayor estabilidad económica y condiciones de vida más favorables. Este fenómeno, aunque complejo, trae consigo tantos desafíos como oportunidades para las personas que deciden migrar a otros países.

Colombia ha experimentado un crecimiento significativo en la formación de profesionales altamente calificados. El aumento en la cobertura de educación superior, el acceso a becas y programas de intercambio internacional han permitido que un número considerable de colombianos accedan a formación avanzada. Sin embargo, la falta de oportunidades laborales adecuadas, la inseguridad y la inestabilidad económica, combinadas con una alta demanda de profesionales en países desarrollados, han generado una salida significativa.

Según cifras del Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia, en la última década se ha observado un aumento en el número de profesionales que emigran, especialmente hacia países como Estados Unidos, España, Canadá y Australia. En estos destinos, los profesionales colombianos encuentran no solo mejores condiciones salariales, sino también mayores oportunidades de desarrollo profesional y acceso a tecnologías avanzadas, redes de innovación y mejores ecosistemas.

Existen múltiples factores que motivan a los colombianos cualificados a emigrar. Entre las causas más frecuentes se encuentran las limitadas oportunidades laborales en el país. Aunque Colombia ha mejorado el acceso a la educación superior, esto no ha venido acompañado de un crecimiento proporcional en la oferta de empleos calificados. Muchos profesionales recién graduados, y aquellos con experiencia avanzada, enfrentan dificultades para encontrar trabajos que correspondan con su nivel educativo, lo que lleva a frustración y desmotivación. A esta realidad se suma la inestabilidad económica y social que ha caracterizado al país en diversas etapas. La falta de seguridad en algunas regiones, la desigualdad social y los bajos salarios, comparados con los que se ofrecen en economías más desarrolladas, son factores determinantes. Por ejemplo, un ingeniero, médico o científico puede ver duplicados sus ingresos en países primer mundistas, lo que hace más atractiva la idea de emigrar. Otro factor relevante es la globalización y la conectividad actual, que permiten a los profesionales acceder a redes internacionales de empleo, intercambio académico y formación avanzada. A través de becas, programas de intercambio y convenios internacionales, muchos colombianos tienen la oportunidad de estudiar o trabajar en el extranjero. En muchos casos, esta experiencia inicial se convierte en una estancia más larga cuando el profesional encuentra las mejores condiciones de vida y un entorno laboral más favorable que el disponible en Colombia.

En la actualidad, los colombianos cualificados que están emigrando suelen dirigirse a países que ofrecen altos estándares de calidad de vida, estabilidad y una demanda de profesionales en sectores específicos. El principal destino es Estados Unidos de Norte América que con una amplia demanda de profesionales en áreas como la tecnología, la medicina y las ingenierías, Estados Unidos sigue siendo uno de los destinos favoritos. Además, el país cuenta con una oferta educativa de primer nivel, lo que atrae a estudiantes de posgrado que, en muchos casos, deciden quedarse tras finalizar sus estudios.

Colombia podría beneficiarse de la fuga de cerebros si se propone a implementar políticas que faciliten el retorno de sus profesionales altamente calificados. Programas como los visados EB1 y EB2 en Estados Unidos han demostrado ser efectivos para atraer talento extranjero; Colombia podría desarrollar iniciativas similares para incentivar el regreso. Fomentar alianzas con instituciones educativas y centros de investigación en otros países puede facilitar la transferencia de conocimientos y tecnología. La colaboración internacional ha demostrado ser beneficiosa; por ejemplo, se observó un aumento del 170% en la producción científica entre 2008 y 2018 gracias a estas conexiones.

Concluyendo, la fuga de cerebros es un fenómeno complejo que requiere atención urgente por parte del gobierno colombiano y la sociedad civil. Si bien presenta desafíos significativos para el desarrollo del país, también ofrece oportunidades para transformar esta situación en un activo estratégico. Al abordar las causas subyacentes y fomentar un entorno favorable para los profesionales calificados, Colombia puede comenzar a revertir esta tendencia perjudicial y aprovechar su capital humano disperso como motor para el crecimiento económico y social.

Numar González Alvarado

Filósofo egresado de la Universidad del Atlántico. Docente de filosofía y Ciencias Sociales. Miembro investigador del Grupo de Investigación Cronotopias.

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