Recuerdan estas frases “los excesos no te conducen a nada bueno”, “rodearte de gente que no suma nada bueno en tu vida no es lo mejor que puedes hacer”, “perder el tiempo en cosas que no te brindan conocimiento no ayudara en tu progreso para ser alguien de respeto en este mundo”, “no hagas algo de lo que te puedas arrepentirte” bla bla bla bla bla bla consejos que en cierta edad no le prestamos atención, frases que creemos son sin sentido y que luego de un tiempo en donde los errores pueden ser continuos, en donde las decisiones van y vienen como tormentas que destruyen todo en su camino, llega eso tan esperado por nuestros padres “Madurar” esto nos pasa a todos, nadie se salva de una mala decisión, de una de esas que no olvidas, de esas que ansias el “trágame tierra” o el querer inventar la máquina del tiempo y en ocasiones retrocedes las manecillas de tu reloj con la esperanza de volver justo antes de haber dicho que si o haber dicho que no.
Hace días he venido analizando aquello que los padres nos han dicho, sus consejos, algunas veces contado sus experiencias, lo que piensan al respecto de cómo llevamos nuestras vidas, he sabido de padres que miran hacia otro lado y algunos que no paran de mirarnos, protegernos y nunca se cansan de repetirnos aquellas frases porque saben bien que los errores no son solo de la adolescencia, y son conscientes de que disminuyen porque su trabajo no es en vano, nos creemos los dueños del mundo, que la sabemos todas, que nada puede con nosotros y que somos resistente a cualquier fracaso, es más creemos que nunca fracasaríamos, así somos en aquella adolescencia.
He imaginado como sería el buscar un refugio ese lugar que te aleje de aquellas malas decisiones, pero aunque lo imaginé de muchas formas y con hermosos colores no es ni será lo mismo porque hay factores que no desarrollarías, un refugio no es salida, un refugio no es la mejor opción, alejarte de todo eso no te hará mejor persona y tampoco digo que vivas todo con intensidad desmedida y sin límites, solo vívelo, compártelo y disfrútalo pero con prudencia, con la máxima prudencia que tengas en todo lo que hagas y decidas llevar a cabo, sé que la mayoría de cosas que hagas será porque así lo has deseado y querido, algunas serán producto del empuje de quienes te rodean y muchas de esas terminaran mal, pero arriba esos ánimos aquel camino te ayudara más adelante a tomar mejores decisiones, ser ejemplo de lucha, coraje y perseverancia para alguien, que aunque pasaste por muchas cosas sigues adelante con frente en alto sin avergonzarte por locuras de juventud.
Seamos más cuidadosos, mas detallistas, exigentes sin estrés, aventureros con límites prudentes, felices, sociables, amigos, consejeros, responsables, atentos, vive con motivos y motivación, piensa antes de hacer algo y si no lo pensaste disfruta su duración, no te arrepientas de algo que terminó en error, ve lo mejor de aquella ocasión, y sobre todo entiende que hay personas que solo buscan diversión, ante todo demuestra que tienes valores, que te respetas y que mereces te valoren, decide bien y comunícate.
En lo personal no debemos juzgar, he conocido personas que aunque no parezca son extraordinarias, personas a quienes valoro por su sincera amistad, o a quienes te insisten en que conozcas y terminan cayéndote bien, personas que te sacan una sonrisa, con quienes caminas kilómetros y no sientes el cansancio, platicas de todo y hasta de lo que creías haber olvidado, te inspiran y te brindan confianza, personas sencillas que te motivan a creer que hay un mundo mejor, positivas, alegres, es obvio que he cometido errores y aun los sigo cometiendo, el error puede estar en los cinco minutos más y llegar tarde al trabajo obteniendo una multa por aquella irresponsabilidad, o ese error puede ser un no voy y haberte perdido de muchas cosas, buenas cosas. Somos humanos aprendiendo a vivir en este mundo que nunca termina de sorprenderte. A pesar de los años siempre seremos niños queriendo subirnos a la montaña rusa, adelantarnos a lo que en su tiempo viviremos, recordemos que todo tiene su tiempo.
Aquellas frases a las que en un tiempo les llamamos “sin sentido”, son las que te salvarán de errores graves, recuerda que los errores siempre existirán, procura que sean en menor cantidad, es parte del crecimiento, es parte de las experiencias, es parte de madurar.
Nunca seremos lo suficientemente adultos como para ser llamados maduros y tampoco seremos lo suficientemente jóvenes como para seguir en la inmadurez.
Recuerda nadie se va sin pagar y en la vida también aplica.
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