FELIPE GONZÁLEZ EN CARACAS
Por Antonio Sánchez Garcia.
En suma: otra resonante victoria diplomática de las esposas de nuestros presos políticos, que vuelven a dar sus campanadas en el escenario internacional. Si dirigentes políticos del socialismo chileno, argentino, uruguayo y brasileño pueden ser exageradamente mal agradecidos, por lo visto Felipe González mantiene vivo en el recuerdo aquellos tiempos en que los gobiernos venezolanos, particularmente el de Carlos Andrés Pérez, se jugaron el pellejo por la libertad de España. Gracias, Felipe. No lo olvidaremos.
Antonio Sánchez García @sangarccs
Hubiera sido demasiado: pretextar una virosis para sacarle el cuerpo a la estricta agenda oficial establecida desde hace meses que le imponía encontrarse hoy domingo 7 de junio en el Vaticano en una audiencia privada con Su Santidad Francisco e impedirle la entrada al país al socialdemócrata más relevante del planeta, el ex presidente de España Felipe González.
Las advertencias pesaron de manera significativa para que el pupilo de Raúl Castro, que sí pudo encontrarse durante una hora con el Papa Francisco en Roma, comunicara a última hora que una otitis le prohibía montarse en un avión: las altas autoridades eclesiásticas venezolanas habían llamado la atención del Papa para que le expresara a Maduro la honda preocupación de su Iglesia ante las graves y reiteradas violaciones a los derechos humanos cometidas por su gobierno, en tanto que lo mismo le expresaran los miembros del llamado Club de Madrid, que agrupa a los ex presidentes de América Latina y España.
¿Arriesgar un rapapolvos de Su Santidad, un agrio intercambio de pareceres con un pontífice latinoamericano que conoce en profundidad la situación real de Venezuela y salir magullado de un encuentro sin otro resultado que un soberano jalón de orejas y un resquebrajamiento en las por ahora boyantes relaciones del Vaticano con Cuba? ¿Todo lo cual sucedía mientras la oposición “radical” de su país se anotaba otra victoria diplomática más, recibiendo a Felipe González para que terciara en el gravísimo conflicto que enfrentan sus líderes presos y en huelga de hambre?
Las soluciones encontradas por su gobierno, asesorado por un incómodo Raúl Castro, encerrado en un callejón sin salida, fueron dos, cada cual más patética y lamentable: Excusarse ante Su Santidad con una otitis de último minuto – lo cual seguramente recomendado, insinuado u ordenado desde La Habana – y declarar persona non grata al ex presidente del gobierno español. Al mismo tiempo que rodearlo de escoltas de la policía política, que le huelen sus pasos vaya donde vaya.
No conseguirán lo que conseguían hace medio siglo, cuando le lanzaban huevos a Richard Nixon y alebrestaban los cerros en repudio al imperialismo yanqui. Que a falta de pan, poco es el entusiasmo antiimperialista. Y descalificar a un destacado líder de importancia mundial no puede tener otro resultado que el desprecio de la comunidad internacional.
En suma: otra resonante victoria diplomática de las esposas de nuestros presos políticos, que vuelven a dar campanadas en el escenario internacional. Si dirigentes políticos del socialismo chileno pueden ser exageradamente mal agradecidos, por lo visto Felipe González mantiene vivo en el recuerdo aquellos tiempos en que los gobiernos venezolanos, particularmente el de Carlos Andrés Pérez, se jugaron el pellejo por la libertad de España.
Gracias, Felipe. No lo olvidaremos.
Comentar