El primer discurso público del alcalde electo de Medellín Federico Gutiérrez tuvo tintes de un discurso de campaña presidencial, asumiéndose como un líder nacional. Se vio seguro en su intervención, con mensajes claros, contundentes y estructurados; su intervención contó con cuatro mensajes importantes dirigidos a Medellín y Antioquia, al presidente Gustavo Petro, a los gobernantes electos en las elecciones subnacionales y a los órganos que trabajan por salvaguardar la institucionalidad del país.
En su discurso hizo un llamado a la unidad entre Medellín y Antioquia y envío un mensaje de gratitud y compromiso a quienes en la actualidad están promoviendo el cuidado del establecimiento tanto en Medellín como en el país en general; esto se podría interpretar también como un llamado a querer recoger las banderas y los seguidores del Uribismo, claro está, desde su reciente partido político CREEMOS.
En sus palabras al presidente Gustavo Petro se mostró como el principal líder de oposición, después de haber quedado en tercer lugar en las presidenciales, hoy con ausencia del segundo lugar; de esa forma se auto reconoce por los 5.058.010 votos que obtuvo en dichas elecciones como una de las principales fuerzas de oposición al gobierno de Gustavo Petro.
Envió al gobierno central un mensaje del poder que tienen las regiones, reclamando el protagonismo de estas en las decisiones que se tomen para el país. Entiende que la elección de Carlos Fernando Galán en Bogotá y Alejandro Eder en Cali son golpes importantes a la gobernabilidad de Petro y aprovechó el momento para invitarlos a unir fuerzas, que más adelante se podrá convertir en un bloque importante para exigir al mandatario nacional acciones contundentes que favorezca a las regiones.
Su votación no solo logró un récord histórico en Medellín con 697.910 votos, siendo la votación más alta en la historia de este municipio, sino que superó la votación obtenida en la primera vuelta presidencial del año 2022, donde obtuvo 603.374 votos, lo que se podría entender como un ascenso importante de una figura política que es vista como garantía para el establecimiento. Esto lo compromete con una nueva administración, que no solo corrija los desaciertos que hoy perciben los ciudadanos de Medellín, sino que se supere a sí mismo en lo que fue su administración 2015-2019.
Medellín pone sus esperanzas en una figura que promete acabar con la corrupción y recuperar la ciudad para todos los habitantes y los demás municipios del Valle de Aburrá y Antioquia que se benefician del progreso de su capital; y en las próximas elecciones nacionales en 2026 Fico y CREEMOS tendrán su primer examen de gobernabilidad.
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