Bien es conocido que eventos de gran magnitud deportiva despiertan hasta en el menos aficionado las ganas de asistir, como pudimos evidenciar en el mundial sub-20 realizado en nuestro país, que así no fuera nuestra selección había lleno total en los estadios, pretendo a continuación mostrar cómo consumimos ciudad; cómo usamos los espacios que nos brinda la alcaldía desde el punto de vista de los eventos deportivos y cómo estos a su vez tienen una consecuencia neta de ser generadores de ingresos estatales y multiplicadores económicos.
Los eventos en general se definen como fenómenos que surgen de ocasiones no rutinarias y que tiene objetivos de ocio, culturales, personales u organizativos
Establecidos de forma separada a la actividad normal diaria, cuya finalidad es ilustrar, celebrar, entretener o retar la experiencia de un grupo de personas. A partir de esta conceptualización se extrae que los eventos deportivos de gran magnitud son todos aquellos eventos que tienen como objetivo fundamental el desarrollo de actividades deportivas de alto rendimiento.
La ciudad anfitriona tendría gran cantidad de beneficios que van desde la nueva infraestructura o mejoramiento de la que ya se tiene y consumo total de las personas visitantes en la demanda de diferentes tipos de bienes y servicios. Esta nueva infraestructura o su mejoramiento pueden traer para la comunidad lugares nuevos para promover la vida sana y el desarrollo deportivo local; también puede tener como consecuencia el mejoramiento de sectores aledaños al escenario deportivo.
El impacto económico es definido como el flujo económico convertido en ingresos para la comunidad anfitriona y la acumulación de stock infraestructural, como resultado de una medición Costo-Beneficio.
El flujo de recursos y el impacto económico que generaría un evento deportivo de gran magnitud tienen como impacto directo el dinero que es inyectado por la alcaldía para mejorar o hacer nuevas infraestructuras y como impacto secundario se puede considerar la generación de nuevos puestos de trabajo físicos y permanentes o puestos de trabajo temporales como lo serian la logística de dicho evento.
Tengo como finalidad evidenciar que los eventos deportivos de gran magnitud tienen cuantiosos costos pero a su vez una multidimensional gama de beneficios, promoviendo principalmente el consumo de ciudad mediante la calidad de sus programas e infraestructuras, como consecuencia de la realización de eventos deportivos de alta competencia.
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