Estultocracia. ¿Un mero neologismo o la realidad del gobierno global?

En el lenguaje de los antiguos se registraban los vocablos stultus (latín), que significa ‘necio, tonto’, y kratos (griego), que significa ‘poder, gobierno’. Conjuntamente, ambas voces conforman la expresión estultocracia, ‘el gobierno de los necios’ o ‘de los tontos’, y constituye un exquisito neologismo[1], y —se me antoja decir— contundente para calificar la realidad circundante, no solo colombiana, sino global.

El espíritu de la gobernanza global se consume en constantes riñas por ver quién tiene mejores atributos prima facie. Los gobernantes padecen de una puerilidad crónica que los convertiría en insulsos petimetres, si es que aún conservaran un adarme de sentido de la gracia, el estilo y la diplomacia.

La inculturación, propia del fenómeno de la globalización, no ha dado paso a la alfabetización y el razonamiento ilustrado (la mayoridad kantiana, si se quiere), a la que aspiraba el enciclopedismo. Por el contrario, ha tendido por la acentuación de las brechas culturales (me atrevería a decir que hay guerras santas digitales), la difusión de bulos, la popularización de contenido basura, la censura tajante de las discusiones mínimamente profundas bajo el punzante halo de la corrección política, y un interminable etcétera. Ante todo, es una guerra mediática, con sus respectivas cohortes tuiteras y un periodismo prostituido; la primacía de los discursos atestados de subterfugios y de palabras hueras, orientados a confundir y mover las fibras de aquellos que reniegan del escepticismo. Si se pudiera hablar de una única cultura, ella sería «la de la cancelación».

El silenciamiento de la cultura, del discurso humanista, y también su desfinanciamiento por atender «mayores prioridades», ha convertido a la educación en una simple quimera, una tristísima trasoñación. Se forman máquinas, autómatas, capaces de iterar y reiterar algorítmica y sistemáticamente; se muestran incapaces de formular un verdadero pensamiento crítico, instrumento perene de la creación y el ingenio; son, en últimas, ineptos para encontrarse consigo mismos, de mantener un espacio de solitud genuino, de modo de conocer(se) y confrontar(se).

Han relegado al espíritu del humanismo a un penumbroso languidecer, elidiendo su corporeización. Como señaló Víctor Hugo (cit. por Ordine, 2013, pág. 85), casi transportado por el ímpetu en su discurso ante la Asamblea constituyente francesa el 10 de noviembre de 1848:

Habría que multiplicar las escuelas, las cátedras, las bibliotecas, los museos, los teatros, las librerías. Habría que multiplicar las casas de estudio para los niños, las salas de lectura para los hombres, todos los establecimientos, todos los refugios donde se medita, donde se instruye, donde uno se recoge, donde uno aprende alguna cosa, donde uno se hace mejor; en una palabra, habría que hacer que penetre por todos lados la luz en el espíritu del pueblo, pues son las tinieblas lo que lo pierden.

Quizá, en guisa de colofón, sea propio decir que ese sería el camino para ser menos estultócratas.

Bibliografía

De Santiago Sánchez, J. L. (1 de Marzo de 2017). La ética depredadora neoliberal. Revista Literaria Monolito. Obtenido de https://revistaliterariamonolito.com/la-etica-depredadora-neoliberal/

Ordine, N. (2013). La utilidad de lo inútil. Barcelona: Acantilado.

Real Academia de la Lengua Española. (2015). #RAEconsultas «Estultocracia» es la forma correcta y puede documentarse en el uso. Recuperado el 27 de Diciembre de 2024, de https://x.com/raeinforma/status/677115272763973632

Ruiz Moreno, Á. G. (Julio-Diciembre de 2012). El financiamiento de la seguridad social en el siglo XXI. Revista Latinoamericana de Derecho Social(15), 141-168. Recuperado el 27 de Diciembre de 2024, de https://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1870-46702012000200141

Sandoval, M. A. (7 de Julio de 2021). Estultocracia y otras formas de gobernar. Prensa Libre. Recuperado el 27 de Diciembre de 2024, de https://www.prensalibre.com/opinion/columnasdiarias/estultocracia-y-otras-formas-de-gobernar/

[1] Sobre su uso, he rastreado múltiples autores: p. ej., Ruiz Moreno (2012, pág. 147); De Santiago Sánchez (2017); Sandoval (2021). Inclusive la rae mencionó la expresión en un tuit (2015).

Alejandro Cárdenas Gómez

Estudiante de Derecho de la Universidad EAFIT. Miembro del Grupo Literario Letras y de los semilleros en Derecho y Economía, Análisis y Diálogos Penales y de Derecho Constitucional de la misma universidad. Coautor de la antología de cuentos intitulada Malabares en manada, del Grupo Letras, publicada por la editorial de la universidad. Compositor de música clásica y académica. Apasionado de las letras (filología, lingüística, lectura, escritura), de las artes escénicas (ballet, teatro, canto), de la economía y las finanzas, del derecho, de la moda y el estilo, y de la física.

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