La Superintendencia de Sociedades consideró la empresa Estraval como una pirámide, en consecuencia, ordenó su liquidación, el embargo de los bienes de empresarios a cargo de la empresa para reparar a las víctimas y deberá enfrentar un proceso penal por el delito de captación ilegal según el expediente.
Según Francisco Reyes, superintendente de sociedades, Estraval y otras empresas realizaban operaciones aparentemente legales a través de compraventa de cartera, no obstante, no tener sustento financiero de dichos rendimientos; es decir, la empresa ofrecía rentabilidad que no se correspondía con la realidad económica. Asimismo, de acuerdo con la informacion recolectada por la Superentendía, los recursos recibidos por Estraval no correspondían con una venta real ya que en muchas ocasiones el mismo pagaré era vendido a varios iversionistas o porque nunca se les asignaban los créditos pagados.
Estraval como empresa ya se encontraba inmerso en un proceso de liquidación desde mediados de junio, pero solo hasta ahora lograron comprobarse por parte de la Superentendía de Sociedades los hechos constitutivos de captación ilegal por parte de la empresa; habilitando ello a la Supersociedades para usar fondos de la empresa intervenida y con ello reparar a las víctimas.
A diferencia de los procesos de liquidación regulares, el tratamiento que ha buscado dársele es similar al de DMG y otras pirámides, es decir, un proceso con reglas mucho más severas; prueba de ello es el embargo de los bienes ordenado a cargo de 22 personas involucradas con Estraval, sin que sea excluida la posibilidad de vincular más personas naturales a las que se les logre robar su participación en el esquema.
Por el momento no se conoce el valor de los bienes congelados por parte de la Supersociedades, pero vale recordar que en los casos de liquidación de pirámides anteriores, todos los recursos recuperados provinieron de las personas y no de la empresa.