Siguiendo las enseñanzas de Deng Xiaoping desde 1978 en China, ante el fracaso de la economía centralizada comunista, algunos gobiernos marxistas han tratado de copiar la fórmula del líder chino, incluido Mijaíl Gorbachov(1931-2022) en la URSS con la Perestroika, quien fracasó estruendosamente en el intento, llevando a la disolución del gigantesco imperio en 1991, pero en Latinoamérica hay gobiernos del socialismo del siglo XXl, que quieren esa receta como estrategia para consolidar un régimen totalitario con una economía de mercado capitalista, eso sí, manteniendo a ultranza el programa político leninista a perpetuidad.
Cuando el presidente Gustavo Petro, de pronto tratando de imitar a Deng Xiaoping, se refiere al desarrollo del capitalismo, debe de ser el burocrático, en donde un régimen comunista parasita con el manejo del gobierno, lo que también se conoce como capitalismo de estado, que es aplicado con toda rigurosidad en los países que han caído en las fauces del totalitarismo comunista, teniendo en Latinoamérica ejemplos patéticos en Cuba, Venezuela y Nicaragua, que no tiene nada que ver con el trabajo productivo que genera riqueza.
Con la premisa leninista, acerca de que “salvo el poder, todo es ilusión”, cuando un gobierno plantea a todo trance, la defensa de lo público, está en conformidad con el capitalismo burocrático, en donde un reducido grupo de la sociedad se enriquece fabulosamente con los bienes de la nación y el resto de los ciudadanos se encuentra en la absoluta miseria, prácticamente de pordioseros, siendo esa la orientación que la camarilla comunista venezolana le enseña a la denominada izquierda colombiana, y que posiblemente aplicarán las llamadas” fuerzas progresistas” en el país, visto que la miseria de las masas es un requisito indispensable para consolidar una dictadura marxista.
Al hablar de capitalismo, siempre hay que preguntar ¿cuál? En vista de que este tiene muchas variables, como por ejemplo el industrial y comercial, al que se le debe agregar el agrario, los dos legítimamente son productivos, también existe el capitalismo financiero, el capitalismo salvaje del que China es su mejor exponente, y aunque existen muchas versiones, no se puede dejar de mencionar al capitalismo autogestionario, en donde los ciudadanos independientemente de su condición social, por su propia iniciativa generan riquezas sin ser una carga para el Estado, como si lo es el capitalismo burocrático que quieren implementar los que se denominan como partidos alternativos y que para el caso colombiano, lo encontramos en el Pacto Histórico, con la consigna acerca de que “todo dentro del Estado y nada fuera de él”, que está en concordancia con las reformas presentadas por el gobierno petrista.
Los demócratas, de pronto por falta de conocimiento, caen en la trampa reduccionista del comunismo totalitario, que vende esquemas maquiavélicos para escoger entre capitalismo o socialismo, izquierda o derecha y entre apoyar a las fuerzas populares o a la burguesía, semejantes patrañas las diseñan para que las personas más ignorantes y atrasadas tomen partido al no haber otras opciones, pero los amantes de la libertad no deben de caer en ese juego, que hace parte del marxismo cultural promovido principalmente por Antonio Gramsci(1891-1937).
Además hemos observado al presidente Petro, promocionando el intercambio comercial entre Colombia y Venezuela desde que se restablecieron las relaciones, dizque para que no hayan más refugiados del vecino país, lo que parece una propuesta inocente, si no supiéramos lo que representa la ideología del presidente; puesto que muchos empresarios colombianos se quebraron con las deudas que no pagaron en Venezuela por las mercancías exportadas, así que lo que pretende Petro es inventar otra disculpa ante el fracaso del modelo del socialismo del siglo XXl o capitalismo burocrático, pero además la nomenclatura chavista, utiliza el hambre de la población como arma política, y no estaría interesada en buscar paliar el hambre que está sufriendo el pueblo venezolano.
Dentro de las diferentes formas de capitalismo productivo, sobresale en los sectores populares el de la autogestión libre y creativa, que es opuesta al esperpento marxista leninista, dado que esa atrocidad es enemiga de todas las libertades individuales, en donde desde luego se encuentra la económica, que es fundamental para el desarrollo social y humano del individuo, por ende para que los ciudadanos logren sus metas mediante el trabajo productivo, solamente ello es posible dentro de la democracia, puesto que el capitalismo burocrático de Petro se aplicaría en Colombia solamente con un Estado gigantesco, paquidérmico y represivo mediante el absolutismo.
Las referencias “capitalistas” del presidente de Colombia, se enmarcan por la forma y por el fondo en el estatismo, que es la esencia del marxismo, en donde una élite inescrupulosa mediante fantasías engaña a la ciudadanía conquistando el poder político, para montar una tiranía de la cual difícilmente se sale, pues se aplasta a la democracia y a las libertades; de modo que hay que permanecer en alerta, para que el país no caiga en el capitalismo burocrático que es otro remedo del socialismo del siglo XXl o castrochavismo, usando diferentes falacias para engrupir a los pueblos y conducirlos en una primera fase a una esclavitud política, que degrada a los seres humanos, para después convertirlos en despojos.
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