Es liberador cambiar de opinión

“Los hechos muestran que, ante la falta de argumentos, la tendencia es recurrir a descalificativos personales, a la mentira y los engaños por la impotencia que genera no tener la razón”.


Es difícil reconocer, después de uno haberse casado con una postura u opinión frente a un tema, que uno pudo estar equivocado después de escuchar argumentos y ver pruebas objetivas que controvierten y desvirtúan lo que uno pensaba y creía como verdad. Lo que hace difícil cambiar de opinión es el ego y el orgullo. Pareciera que, al hacerlo, hay una muestra de debilidad y que la gente creerá que uno es bobo, acomodado o con falta de criterio por no mantenerse firme con una postura.

Sin embargo, creo que no hay nada más liberador que cambiar de opinión cuando se encuentran suficientes motivos y argumentaciones para hacerlo. La misma naturaleza nos enseña que no hay nada estático y por tanto no podemos juzgar unos hechos circunscribiéndolos a que simplemente son negros o blancos dejando de lado los matices.

En el día a día lo vivimos todo el tiempo, como con aquella persona con la que creíamos que no íbamos a simpatizar por prejuicios y después de un tiempo se entabló una gran relación; o con el político al que le depositamos el voto con la expectativa de un mejor futuro pero que al final resultó menor de lo esperado; o, por el contrario, con el gobernante que no votamos, pero sus gestiones nos dejaron gratamente sorprendidos. Considero que mantener una posición firme a pesar de que los hechos no nos dan la razón nos llenan de cargas y malestares innecesarios, sobre todo, porque argumentalmente nos quedamos sin sustento para seguir defendiendo la postura que creíamos era la correcta.

Los hechos muestran que, ante la falta de argumentos, la tendencia es recurrir a descalificativos personales, a la mentira y los engaños por la impotencia que genera no tener la razón. Eso no nos lleva a nada. El camino más expedito, sensato y sano para uno mismo, es reconocer cuando el otro tiene la razón.

De otro lado, también está, en línea de lo que dice Mark Twain “cuando te encuentres del lado de la mayoría, será el momento de parar y reflexionar” y el propio Elon Musk, quien menciona que “Si algo es lo suficientemente importante, incluso si las probabilidades están en tu contra, debes seguir intentándolo”, que, si uno tiene tanta convicción en una idea o proyecto y que los argumentos son suficientemente sólidos, hay que seguir adelante así en un inicio el camino sea difícil y espinoso. Tarde o temprano, el tiempo es el que tendrá la última palabra.

Ahora que estamos en plena época decembrina, es un buen momento para invitar a la unidad, a la conciliación, a la armonía. El pensar distinto no debe ser motivo para enemistades ni odios; por el contrario, es la diferencia, planteada con respeto, la que nos permite un mundo diverso y enriquecedor. Es la diversidad, en todo el sentido de la palabra, la que nos hace mejores como sociedad: diversidad de industrias, ideas, culturas, gustos, profesiones, comidas, etc. Nuestra misma condición de humanos es diversa, y no podemos escapar de ella, antes, potenciémosla.


Otras columnas del autor en este enlace: https://alponiente.com/author/joche0916/

José María Dávila Román

Comunicador Social - Periodista de la UPB con Maestría en Gerencia para la Innovación Social y el Desarrollo Local de la Universidad Eafit. Creo que para dejar huella hay que tener pasión por lo que se hace y un propósito claro de por qué y para qué, hacemos lo que hacemos. Mi propósito es hacer historia desde donde esté, para construir un mundo mejor y dejar un legado de esperanza y optimismo para los que vienen detrás. Soy orgullosamente jericoano.

Nota al pie: El columnista tiene o ha tenido vinculación laboral con la minera AngloGold Ashanti. 

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