Confieso que no sabía quién era Daneidy Barrera “La Epa Colombia” – muy famosa por estos días por una condena que ha indignado al país, no porque no se la merezca, sino porque la justicia al parecer en este país opera con éxito para algunos casos, y en otros seguimos esperando que haya sanciones ejemplares.
“Epa Colombia”; una mujer de origen humilde de la ciudad de Bogotá, se hizo famosa en redes sociales por su oficio de “influencer”. En la actualidad ha logrado convertirse en una empresaria exitosa que emplea a una gran cantidad de mujeres cabeza de hogar en su negocio de ventas de productos para el cabello.
En las protestas de agosto del año 2019, Epa Colombia se grabó vandalizando una estación de Transmilenio, hecho que causó un fuerte rechazo en todo el país, y por lo cual, hace varios días la justicia la sentenció a más de $400 millones de pesos de multa y 5 años de cárcel. Efectivamente la justicia operó, y terminó juzgando a una ciudadana que había cometido un delito.
Sin embargo, gran parte del país se indignó, no porque Epa Colombia no merezca ser juzgada, sino porque en Colombia todos los días pasan cosas consideradas mucho peores, de las cuales se sigue esperando que haya resultados por parte de la justicia. Se habla de más de 50 billones de pesos anuales arrebatados por la corrupción, y la Fiscalía pareciera cruzada de brazos, y los jueces expertos en dilatar.
Estos son algunos casos de corrupción que han salido a la luz pública en los últimos años:
- Interbolsa: 300 mil millones malversados y se condenó a los responsables a 5 años de prisión.
- Carrusel de la contratación en Bogotá: 2.2 billones perdidos, 11 años de prisión al ex alcalde Samuel Moreno.
- SaludCoop: 1.4 billones perdidos, aún no hay condenas.
- Odebrecht: 32.5 millones de dólares en sobornos en Colombia, solo 5 personas condenadas.
- Desfalco departamento de Córdoba: 87 mil millones robados, ex gobernador condenado a 5 años de prisión.
Para colmo existe en nuestro país el “vencimiento de términos”, y a los corruptos les encanta dilatar los procesos, se inventan miles de excusas, cambian de abogados precisamente para ir ampliando los términos y que al final no haya otra salida que cerrar los casos.
Estos días por el Ministerio de las TICS hay un escándalo por un anticipo de 70 mil millones de pesos que se le giro a una entidad que falsificó hasta las pólizas para hacerse al contrato, y la ministra campante, dedicada a hablar de manera mal entonada, situación que acrecenta la indignación nacional.
¿En Colombia pareciera reinar la impunidad? No es proporcional la pena a Epa Colombia y las penas que reciben los corruptos de cuello blanco. Termina siendo más grave en este país robarse un caldo de gallina que los recursos de la alimentación de nuestros niños, la plata de las carreteras y de los hospitales.
¿Ser bandido en Colombia paga? usted puede robarse 50 mil millones, devuelve 20 mil y paga 5 años de cárcel, ahí ya se ganó 30 mil millones en esos cinco años, cifras redondas que solo dan cuenta de un panorama siniestro, de hechos que nos ubican en puestos deshonrosos en cuanto a impunidad.
Para el 2019 Colombia ocupaba el quinto lugar en América Latina en el Índice Global de Impunidad, detrás de Venezuela, México, Perú y Brasil, y el Octavo a nivel internacional de los 59 países que se pudieron medir, definitivamente un deshonroso top diez. Adicionalmente a eso, por lo menos de los 32 departamentos que componen el país, tienen índices altos y muy altos de impunidad 19 de estos, si duda cifras alarmantes.
La solución en este país no es el aumento de las penas, sino la garantía de la no impunidad, que el criminal de cualquier pelambre sea judicializado efectivamente.
Es necesaria una reforma a la justicia, porque de nada vale tener cadena perpetua o pena de muerte, si el criminal goza de impunidad, si la policía captura a los criminales y los jueces ordenan liberarlos por “malos procedimientos”. De igual manera, las cárceles deben cambiar de enfoque, hoy son universidades del delito, donde la mayoría, cuando recuperan la libertad, reincide en delitos, y muy pocos casos muestran resocialización.
Si el sentido de la justicia, y de la pena específicamente es resocializar, entonces Daneidy Barrera es un fiel ejemplo de lo que sí se debe hacer.
Nos unimos a la indignación de un país, porque la justicia está en deuda con los colombianos, necesitamos cero impunidades, condenas ejemplares aplicadas de forma imparcial y proporcional de acuerdo al delito y sin importar a quien se le está juzgando.
estoy de acuerdo con Ricardo, sin embargo falta ser más YouTube para arrastrar masas con el fin de atacar abruptamente la corrupción de un país tan Rico como colombiano al que están llevando a la quiebra, vamos Ricardo, marchemos sanamente y luchemos en contra de la corrupción; sin embargo, todo debe empezar por mi y no votar por estos infames corruptos,