En política, la comunicación no es solo un arte, es una necesidad imperante. Ángela Merkel
Los medios de comunicación desempeñan un papel importante en el conocimiento de la realidad que forma parte de nuestra vida cotidiana pero que se encuentra fuera de nuestro alcance inmediato. No todos los hechos son transformados en noticia, sino sólo aquellos que resultan seleccionados por los medios para tal fin. En la mayoría de los temas de relevancia pública, “los ciudadanos se las ven con una realidad de segunda mano”, es decir, con la construcción de una parte de la realidad social realizada por los medios de comunicación, que permite a los individuos informarse sobre lo que sucede en su entorno.
La comunicación y la política se entrecruzan en pos de la opinión pública, pero la política necesita de la comunicación para dar a conocer sus “discursos”, lo cual le permite construir “imágenes de poder” y “propaganda” en la sociedad actual; que se caracteriza por ser una democracia de masas, y ese rol comunicativo que antes lo cumplían los literatos, artistas y otros intelectuales es asumido prioritariamente por los medios de comunicación y sus operadores -los periodistas, encuestadores y politólogos, cuyos relatos son una mixtura de “información, opinión y moralización”, que por lo demás, tendría efectos inéditos en la fragmentación de la legitimidad política, y con ello, su desinstitucionalización.
Debido a lo anterior, la política es la comunicación en cuanto que el poder, la influencia, la autoridad, el control o la negociación son vistas en sentido comunicativo: son realidades que necesitan ser transmitidas por la sociedad para hacer visible la opinión pública.
Quizás la batalla por el poder sea la expresión que mejor refleje el sentido de las relaciones, en algunos casos, relaciones estrechas, entre los medios y la política. Esto sucede porque tanto los medios como la política buscan, en el campo de las comunicaciones masivas, influir en las dinámicas del mercado, el ejercicio de la política, la democracia, pero sobre todo buscan incidir en lograr algún tipo de influencia sobre aquello que los públicos pueden pensar y ver de la realidad social y la lucha por la hegemonía.
Por ello, en el contexto del desarrollo tecnológico a escala global, los medios pueden ser vistos como instrumentos de información y telecomunicación masiva, pero también como actores sociales y políticos, con capacidad y poder, para definir y controlar la visibilidad pública de los actores estratégicos que destacan o pueden incidir en la realidad social y la opinión pública. Se empieza a observar una influencia preponderante de los medios en la política y viceversa, de la política en los medios, una tendencia que en Latinoamérica se presenta en realidades donde la economía de mercado tiene gran presencia con fuertes mercados de capitales, donde los gobiernos tienden a ser populistas, pero autoritarios y la democracia es frágil.
Sin embargo, gracias a la proliferación de los medios de comunicación sociales, ahora más gente que nunca puede expresar opiniones sobre políticas públicas, y por eso en todo el mundo las expectativas en cuanto a transparencia y rendición de cuentas están cobrando cada vez más importancia. De ahí que haya aumentado la presión sobre las autoridades para explicar mejor sus decisiones a un público más amplio y para justificar el apoyo que solicitan. Esto significa que tendrán que esforzarse más para lograr que sus mensajes sean escuchados, comprendidos y creídos.
La comunicación puede cumplir una función crítica a la hora de restablecer y preservar la confianza. Pero una vez quebrantada, la confianza no es algo que se pueda recobrar con facilidad, y los esfuerzos para restablecerla fracasarán si las comunicaciones son percibidas como tan solo otro intento de manipular o sesgar la información. De hecho, podrían minar aún más la confianza. Para que sean eficaces, tanto las políticas como la comunicación tienen que ser fiables.
Finalmente, comunicar de manera eficaz significa aprender de la experiencia, y también saber adaptar las comunicaciones a los distintos ámbitos de la política desempeñando un importante papel en la configuración de la memoria social.
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