Entre el espejo y la máscara: identidad, actuación y la autenticidad que eliges

“Tal vez la verdadera autenticidad no está en el ser, sino en elegir cómo queremos actuar cada día.”

¿Somos realmente quienes decidimos ser, o interpretamos un personaje sin darnos cuenta? Judith Butler, filósofa y teórica feminista estadounidense, plantea una idea que puede sonar reprochable al principio: que el género no es algo que somos, sino algo que hacemos. Al leerla, pensé: ¿realmente actúo como soy, o como la sociedad me dictó que debía ser? Y me doy cuenta de que no nacemos con una identidad cerrada, sino que repetimos actos, gestos y normas que nos enseñan cómo ser “hombres” o “mujeres”, y muchos las seguimos casi de manera inconsciente, como estereotipos normalizados y aceptados en nuestro día a día.

Desde pequeños, se nos dice y enseña cómo debe vestir, actuar o hasta hablar una niña, y la manera respectiva en la que tiene que ser un niño; pero ¿y si dejamos de actuar como se espera? ¿Qué pasa si una mujer se viste como quiere, sin seguir códigos “femeninos”? ¿O si un hombre muestra emociones y ternura? La sociedad los considera antinaturales y es impuesto como “extraño” o “inapropiado”, delimitando la expresión individual a lo “correcto” para cierto género. Sin embargo, para Butler estas “rupturas” muestran que el género no es natural sino construido (una afirmación la cual me parece muy acertada).

Actuar, entonces, no es solo representar; es habitar un guion que, muchas veces, no hemos escrito. Pero también podemos reescribirlo. Y eso cambia todo. Entre mostrar quiénes somos y actuar lo que otros esperan ver, yo creo que escogemos una mezcla. Somos como queremos que nos perciban, tan reales como para que exista un “yo”, y tan falsos como para sobrevivir al juicio ajeno.

Vivimos negociando entre la autenticidad y la máscara. Y, aunque parezca paradójico, hay verdad en ese acto voluntario. Porque cuando elijo actuar de cierta forma y no porque me lo imponen, hay libertad. Hay construcción propia. Una rebeldía que, aunque sea silenciosa, redefine el ser. No como esencia estática, sino como posibilidad.

Entonces, ¿actuamos lo que somos, o somos lo que actuamos? Tal vez la verdadera autenticidad no está en el ser, sino en elegir cómo queremos actuar cada día. Ser no como un origen fijo, sino como una decisión constante. Y, tal vez, en esa elección cotidiana, esté la forma más honesta de habitarnos.

Emily Martínez Henríquez

Estudiante adscrita a la Institución María Montessori y hace parte del semillero de Producción Escrita de la asignatura de Filosofía. Le apasionan el arte, el diseño, la lectura y el debate. Su escritura conecta lo personal con lo colectivo, siempre buscando provocar reflexión y sensibilidad.

Comentar

Clic aquí para comentar

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.