Entre autores, líderes y mentores… silenciosos

Este ejercicio de corresponsabilidad que inspira la educación, la fuente energética transformadora que canaliza categóricamente la pasión; una rutina prudente de introspección, una escucha activa que manifieste la esperanza al cultivar entre nuevos líderes las semillas de conocimiento que se riegan generosas al servicio, cosechando abundantes frutos, generando valor.

De maestros y virtudes, aprendiendo de empatía en cada entrega, derivando con honestidad las fórmulas psíquicas y emocionales de la ‘caja negra’ para atender con pertinencia a las necesidades que nos desbordan con el tiempo y la cultura al ritmo del afán; entonces, comprender y satisfacer de manera sostenible es aceptarnos en la potencia creadora de la vulnerabilidad, que al escalar lo suficiente maximiza la probabilidad de un estado de antifragilidad. Por ejemplo, el acceso a servicios básicos por parte de sociedades de primer orden.

Matemático es también el lenguaje de quien sabe poetizar porque el centro es el ser humano a revelar.

Conectar el pensamiento crítico con el amor, la compasión con el conocimiento, la verdad con el perdón; reconocernos al sabernos a través del cuerpo y la razón, afirmar nuestra humanidad en la capacidad de transformar al transformarnos, la libertad como intrínseco e inteligible camino de superación. Innovar es conectar constantemente, acertando en la lectura de los vértices particulares que caracterizan y polarizan el propio tiempo que se habita, adaptándose a los cambios con la sed curiosa de un infante que no teme.

Siguiendo con ternura la experiencia de quienes abren camino «a pesar de», para no ahuyentar la delicada belleza que halla gusto en el honor sacrificial de pretender algo más grande, la aspiración de humanidad misma; se abrazan las ideas. Ideas que avivaron sociedades de progreso sobre los hombros de seres humanos que nos hacen sentir orgullosos de lo que somos capaces de abstraer y dimensionar como especie, sanando con creatividad y cuidado el impulso brutal de poder, reconociendo el instinto gregario tan puro de quien aprende al errar.

Los líderes crean comunidades al multiplicar sus valores en otros que buscan alimentar su espíritu con saberes que acercan sus identidades y les incluyen, la sensación de ser parte y estar seguros, materializando un legado que es orientado por un otro que nos impacta y nos recoge en el alcance de su visión, conectándonos con horizontes posibles que plasmarán imaginarios civilizatorios.

Ser y hacer es darse. Borges bellamente citó: «Un hombre es todos los hombres». La generosidad de recibir crea mentores silenciosos que han sido democratizados por las redes sociales, lo cual es un triunfo generacional… Una especial dedicación a Salvador Alva Gómez y a Freddy Vega por hacer lo propio en favor de un mejor mundo, forjando mejores líderes Latinoamericanos.

María Camila Chala Mena

Poeta. Abogada con énfasis en Administración Pública y Educadora para la Convivencia Ciudadana, Especialista en Gerencia de Proyectos y Estudiante de Maestría en Ciudades Inteligentes y Sostenibles. Fundadora de Ágora: Laboratorio Político. "Lo personal es político".

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