Me senté a escribir esta mi columna para el portal Al Poniente en la Sala de Fundadores de la Universidad Autónoma Latinoamericana, en las horas previas al desarrollo del curso de Marketing del Deporte el cual he acompañado durante catorce cohortes dentro del posgrado en Gerencia Deportiva de esta institución.
Uno de mis alumnos de la especialización me pidió que dictara una charla sobre liderazgo para sus alumnos de una escuela deportiva y para el efecto me tomé el trabajo de leer el libro de Jorge Valdano, “Los once poderes del líder”, a partir del cual diseñé mi ponencia.
El deporte es un gran ejemplo para estudiar lecciones de liderazgo, las cuales pueden ser aplicadas a la vida de los más variados tipos de organizaciones.
Quiero presentar en esta columna un resumen de dicha conferencia, esperando que eventualmente pudiera servir de reflexión para algunos jóvenes ligados al deporte y, así mismo, para dirigentes tanto del deporte como de organizaciones industriales y comerciales.
Las empresas están compuestas, como es obvio, de personas, que necesitan tener un norte corporativo. Y la responsabilidad de que ese norte sea compartido por toda la organización es responsabilidad de un puñado de directivos que tienen que ponerse la camiseta de líderes y actuar en consecuencia.
Jorge Valdano es recordado como uno de los futbolistas que llevaron a Argentina a lograr su segunda copa mundial de fútbol, y luego fuè entrenador de grandes equipos españoles como el Valencia y el Real Madrid. Actualmente hace consultoría en organizaciones deportivas y es un reconocido conferencista sobre liderazgo.
En esta columna hago una interpretación personal de las enseñanzas de Valdano y trato de ubicarlos con ejemplos del medio colombiano.
- La credibilidad. Esta es una virtud que se fundamenta en valores que están por encima del poder que encara un cargo y del conocimiento mismo. Los valores nos llevan al juego limpio, al respeto a las reglas y al reconocimiento del otro. Es el caso de Juan Pablo Ángel en el Atlético Nacional que ha sido un referente muy importante para la nueva cara del equipo más importante de Colombia.
- La esperanza. Valdano nos enseña que el líder es quien pone al grupo a pensar en un sueño colectivo, a tener esperanza en lograr las metas. Es lo que los libros de Planeación Estratégica llaman la visión de las organizaciones. Es el caso de José Pekerman que puso a Colombia a soñar con la clasificación al mundial del Brasil y le cambió la cara al equipo nacional y al pais entero.
- La pasión. Cualquier actividad en la vida requiere de pasión, que implica energía, decisión y compromiso de vida. Valdano nos dice que el buen líder es aquel que es capaz de contagiar de una pasión a su equipo de trabajo. Un líder es un ganador es, a la vez, un apasionado que no desfallece en el empeño cuando hay dificultades. Es el caso del ciclista Esteban Chávez, el Chavito, a quien los médicos le dijeron después de un brutal accidente que no podría volver a caminar y ya se perfila como campeón en las grandes gestas europeas.
- El Estilo. Para nuestro autor de referencia el estilo es lo que hace la diferencia, lo que delimita el posicionamiento. Para Valdano, el estilo es todo. Es claro, es norte, es un ejercicio de buenas maneras, es coherencia y, además, es cultura. En la vida el estilo implica tener definida una ruta y defenderlo por encima de cualquier consideración. El estilo hace parte del capital de una organización. Un buen ejemplo de estilo en nuestro medio es Francisco Maturana que cambió en dos la historia del fútbol colombiano, con su lenguaje, con su manera de vestir, con su comportamiento social y con su ejemplo para los jugadores del Atlético Nacional y luego de la Selección Colombia.
- La palabra. Para Valdano el poder de la palabra no tiene sustituto. Es una herramienta básica de un líder. A través de la palabra se transmite, se entusiasma, se convoca, se compromete y se convence. Cuando la idea que se quiere transmitir está suficientemente clara, no se requiere levantar la voz ni hacer aspavientos. En el caso colombiano, Juan Carlos Osorio es un ejemplo del manejo de la palabra como fuerza para convocar y construir un gran proyecto de largo plazo como fue el Atlético Nacional.
- La curiosidad. La fórmula para mantenerse joven es el ser inquieto y curioso. Un líder curioso será un motor para que la organización busque nuevas ideas y emprenda nuevos proyectos. La curiosidad lleva al líder, y a su equipo, a estar siempre al principio del camino. Un ejemplo colombiano de curiosidad lo encontramos en Reinaldo Rueda, porque mira constantemente a las divisiones inferiores buscando descubrir nuevos talentos.
- La humildad. Es un estilo de vida que siempre tendrá resultados, a veces a largo plazo. Humildad es aceptar que es más importante el grupo que la persona individual. Valdano nos propone que la humildad se entrena y nos enseña que para medir la eficacia de un miembro de la organización se resta el talento que tiene del talento que cree tener. Es el caso del ídolo colombiano, Radamel Falcao García, que después de haber estado en la cima y haber perdido el puesto de privilegio como consecuencia de una lesión, comenzó de nuevo como cuando era un aprendiz.
- El talento. La primera gran tarea del líder es identificar el talento particular de cada uno de los miembros de la organización. No hay seres perfectos, por eso es importante identificar las fortalezas de cada uno de los colaboradores. El secreto de un buen líder es ayudarle a sus empleados a descubrir y construir sus propios talentos y a comprender que no hay dos personas iguales. Es la historia del profesor Hugo Gallego en el Deportivo Independiente Medellín, con el gran mérito de saber identificar el talento de nuevos jugadores y encaminarlos hacia grandes logros en sus carreras profesionales.
- El camerino. Valdano se detiene hablando del vestuario y el poder que tiene todo lo que allí se habla y respira. Lo que allí pasa es sagrado y no debe trascender hacia afuera. Así como lo que se pasa en la oficina se queda allí en la intimidad de la oficina. Según palabras de Pedro de La Rosa, piloto de la Fórmula 1, citado por Valdano: “En las carreras se nota si el mecánico ha apretado el tronillo con ganas e ilusión, o con desgana y malhumorado”. Se habla en Colombia del manejo del vestuario del Pecoso Castro, experto en tomar equipos desvertebrados y capaz de convertir clubes chicos en ganadores.
- La simplicidad. Para Valdano hay una gran diferencia entre los dirigentes inseguros, que se cobijan en la complejidad y tienen libros gruesos de planeación estratégica, y los líderes seguros que trabajan bajo la simplicidad. La simplicidad es hermana de sabiduría y conocimiento y es compañera del trabajo simple y efectivo. Eduardo Paz y Armín Luna son dos entrenadores antioqueños de atletismo que rompieron los paradigmas del empirismo en dos épocas distintas. Aplicando técnicas modernas de entrenamiento, y a la vez simples, pueden mostrar grandes logros no sólo a nivel local sino en el ámbito internacional.
- El éxito. Los líderes exitosos son capaces de contagiar un espíritu exitoso en sus equipos de trabajo. Un colaborador identifica rápidamente si su superior (jefe, entrenador, etc.) es fuerte o débil. Ahí radica el principio del éxito o el principio del fracaso. Pero el éxito es meritorio si se consigue a partir del esfuerzo, del trabajo y de la estrategia. Lograrlo por otros medios es indigno. Este es el caso de Iván Vargas, exitoso entrenador de la selección Colombia de patinaje, que acumula más de sesenta medallas en campeonatos mundiales sobre la base de un trabajo coherente y sistemático.
Un mensaje final para el auditorio, (y para los lectores de Al Poniente):
“Puede haber personas que tienen más talento que tú, pero no tienes ninguna excusa para que cualquiera pueda trabajar más de lo que tú lo haces”. (Derek Jeter, capitán de los Yankees de Nueva York)
Esta fue una columna libre e independiente de Diego Germán Arango Muñoz, Ingeniero, Psicólogo y Administrador Turístico, profesor de la Universidad Nacional de Colombia y consultor en Mercadeo Gerencial.
Bibliografía:
Valdano, Jorge. “Los once poderes del líder”. Editorial Conecta. Quinta reimpresión, Junio de 2015. Impreso en Colombia.