Entre otras cosas, se acordó que la sustracción de menores de edad, el desplazamiento forzado, los delitos de violencia sexual, y el reclutamiento de niñas y niños no sean amnistibles; además se acordaron medidas de protección a mujeres que sean elegidas popularmente.
El acuerdo que busca dar por terminado más de cincuenta años de guerra con las FARC se busca que sea lo más integral posible, por ello, en la mesa de La Habana se instaló entre otras, una subcomisión de genero integrada por hombres y mujeres para que revisaran e incluyeran enfoque de género en los puntos pactados.
Si todo sale de acuerdo a lo esperado, el acuerdo debe firmarse antes de finalizar el mes de agosto y el plebiscito para la refrendación realizarse a finales de septiembre.
Según el Alto Comisionado para la Paz, el tema de género es una cuestión de igualdad para personas de cualquier identidad, sin beneficiar o sobrevalorar a una población especifica; por ello se pactó:
- “Hacia un nuevo campo colombiano”: en el punto uno se incluyeron medidas para observar necesidades específicas de mujeres debido a que éstas no están en el mismo nivel que los hombres en la economía campesina. Las medidas buscan la formalización de la propiedad en igualdad de condiciones, la representación de hombres y mujeres en iguales condiciones ante instancias de alto nivel para la formulación de lineamientos generales del uso de tierras, la perspectiva de género para el plan nacional para la comercialización de la economía campesina, familiar y comunitaria; y el acceso a proyectos de economía solidaria.
En el tema de educación se consagra el acceso a becas con créditos condonables e incremento progresivo de los cupos técnicos, tecnológicos y universitarios en las zonas rurales. También se incluyeron temas de asesoría legal, formación y educación a mujeres sobre sus derechos.
- “Participación política: hacia una apertura democrática para construir la paz”: el objetivo de estas medidas es facilitar el derecho de las mujeres a participar en temas de garantías a la oposición, acceso a autoridades estatales y el fortalecimiento de movimientos de mujeres y de la comunidad LGTBI. Se indicó también la protección especializada de mujeres elegidas popularmente por medio de la evaluación de riegos de ellas y su entorno; por último, se pactó realizar una campaña de documentación masiva en las zonas más afectadas por el conflicto armado.
- Solución a problemas de las drogas ilícitas: se integraran también a las mujeres como sujetos activos de procesos de concertación en la sustitución voluntaria al Programa Nacional Integral de Sustitución (PNIS) y se les garantizara sustento. El PNIS en el tema de intervención de drogas ilícitas se hará con un enfoque de género en busca de responder a las necesidades y realidades de los consumidores, teniendo en cuenta la relación existente entre el consumo de droga y los problemas de violencia de género, intrafamiliar y sexual.
- Víctimas: se pactó la creación de un grupo de trabajo de género dentro de la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad buscando evidenciar formas en que el conflicto afectó a las mujeres. A su vez, la Unidad de Investigación y Acusación de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) tendrá un equipo de investigación para los casos de violencia sexual, considerando este junto a otros delitos como delitos no amnistibles.