“La producción nacional cae, la inflación sigue muy alta, los colombianos lo sufrimos, pero Petro y sus esbirros lo celebran porque son los únicos que están viviendo sabroso porque ellos no son los que tienen que pagar la cuenta.”
El 2024 para Colombia en términos económicos puede ser difícil – y no porque se hagan proyecciones que es lo que están acostumbrados a hacer todos los economistas actuales y lo repiten los políticos – sino por el desastre que se causó en el 2023.
Dos datos son los más importantes para empezar a hacer un análisis pausado y real de lo que acontece en Colombia en materia económica. El primero es la producción nacional, mejor conocido como, el Producto Bruto Interno (PBI) que es la relación de todo lo producido en la nación en todos los sectores de la economía. El segundo es el índice de inflación que en Colombia como en muchos países del mundo se le conoce como el índice de Precios al Consumidor (IPC).
Hay más variables pero el PBI y el IPC son las dos más importantes para hacer un balance, diagnóstico o análisis de lo que ha sucedido. Una de las mayores equivocaciones de la mayoría de economistas es que toman datos y/o variables dadas y proyectan para – según ellos – hacer proyecciones de “política pública”, el asunto es que mañana no sabemos que podría pasar y tales proyecciones resultan ser erróneas.
Hay una cosa cierta y real que tanto Colombia como el mundo lo están viviendo y es una grave crisis económica derivada de las decisiones criminales de TODOS los gobiernos de encerrar, encarcelar, guardar y/o someter a toda la población a “cuarentenas” que no evitaron las muertes por el covid-19 pero que si produjo hambre, depresión y sufrimiento.
Respecto de Colombia que es lo que nos interesa más, el gobierno anterior, el de Iván Duque, cometió una serie de estupideces en todos los órdenes económicos, por ejemplo, derivado de la cuarentena criminal la producción nacional (PBI) descendió hasta el -7.3% mientras que decretaba una serie de subsidios para que la gente no se muriera.
Dichos subsidios se tuvieron que financiar de alguna manera, pero como nadie estaba produciendo porque los políticos encerraron a todo el mundo y no había fuente de ingresos desde esa parte hicieron lo que todo gobernante incompetente, demagogo y populista hace, es decir, imprimir masa monetaria sin ninguna consideración. La consecuencia inevitable son los índices de inflación que hoy tiene Colombia.
Después de los actos criminales (las cuarentenas) claramente la producción hizo un salto por lo tanto decir que en el 2021 se “creció” un 11.0% es una falacia del tamaño de una catedral, ese 11.0% que se registró en el PBI colombiano no se debe a que el país haya crecido, es simplemente un REBOTE económico.
Así las cosas, el crecimiento económico en Colombia ha estado más bien estancado por muchos años y se acentuó justo con las medidas criminales y el desorden gubernamental en gastos innecesarios.
A continuación, presento un gráfico en el que se relaciona el PBI y el IPC de Colombia desde el 2014 en donde se puede deducir fácilmente que el crecimiento del país está estancado, claro, hubo decrecimiento en 2020 porque hubo las cuarentenas criminales y en 2021 hubo un REBOTE, pero no crecimiento real de la economía. Durante el 2022 y el 2023 el crecimiento económico si ha descendido drásticamente inclusive por debajo de valores registrados anteriormente.
Por el lado del IPC o la inflación desde el 2021 el índice ha ascendido y en 2022 alcanzamos la cifra de 13.12% pero como ya se dijo más arriba esto se debe principalmente a la masa monetaria que indiscriminadamente se imprimió sin contrapartida en la producción nacional. Sin embargo, en el actual gobierno la inflación a descendido, pero a un ritmo muy lento y esto es ocasionado por políticas de fijación de precios como el de la gasolina que afecta el bolsillo de los colombianos.
Como se muestra en el gráfico dos, la inflación actual (9,28%) en Colombia es superior a la que teníamos en diciembre de 1999 (9.23%) cuando estábamos en plena crisis financiera mundial, hoy cuando escribo esta columna no hay alguna crisis extraordinaria que pueda sustentar la inflación que tenemos.
La inflación está bajando es cierto pero el ritmo es muy lento, todavía estamos en niveles de hace 25 años lo cual no es para celebrar, otra arista muy importante es que todavía seguimos siendo el país dentro de Suramérica quien tiene la inflación más alta. Por otro lado, se fijo una “meta” de inflación del 3% que, dicho sea de paso, NUNCA se ha cumplido y que actualmente el IPC está 3 veces por encima de esa “meta”.
Gráfico 1: Inflación y PBI Colombia:
Gráfico 2: Inflación (IPC) Colombia:
El actual gobierno cree que porque está descendiendo el índice de inflación ya todo marcha bien, de pronto no se han dado cuenta que la producción está cercana al 0%, los colombianos cada día les alcanza para menos el dinero y la incertidumbre es constante y sin pausa. Como el presidente Gustavo Petro no paga gasolina, no hace mercado, no madruga para ganarse un “Salario Mínimo” por eso celebra con bombos y platillos una inflación del 9,28%.
En América Latina las cifras de inflación en los países con un ambiente “normal” son:
1. México: 4.7%
2. Brasil: 4.7%
3. Chile: 3.9%
4. Perú: 3.2%
5. Bolivia: 2.1%
6. Ecuador: 1.3%
Colombia en condiciones “normales” debería tener una inflación entre el 2% y el 4%, hoy está en 9.3%. Así que, no estamos bien en materia económica y Petro celebra porque junto con su gabinete son los únicos que están viviendo sabroso.
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