En defensa de Oscar Iván Zuluaga

La cita del caso Dreyfus de la Francia antisemita de finales del siglo XIX es un ejemplo acertado por parte del maestro, artísta y columnista de nuestra común casa periodística en Bogotá Carlos Salas. Lamentablemente, pese a su coherencia y patriotismo conocido de todos los que hemos transitado las veredas de la centro derecha combativa colombiana, hay pedazos de la película que no conoce y que hay que dirimir, aquí en territorio neutral, la gran prensa política de Antioquia, y su mejor medio digital Al Poniente. Y aquí, la impunidad que es costumbre en nuestra Patria cobija ya a dos ex presidentes bajo la hermandad del triunfo deshonroso, calumnioso y destructor de hogares, vidas y carreras: Juan Manuel Santos e Iván Duque Marquez.


 Salvaguarda legal: La presente columna está enmarcada en el  artículo 20 de la Constitución Política y el artículo 13 de la Ley 1909 de 2018 0 Estatuto de Oposición. Libertad de expresión es construcción de paz.


Este martes 4 de julio, cumpleaños de la Independencia de los Estados Unidos, de la promulgación de la Constitución de 1991 y celebración del natalicio del ex presidente  Álvaro Uribe Vélez (2002-2010), en mi consulta diaria al portal de noticias Kien y Ke, como de costumbre muchas columnas, desde luego, las de los patriotas o “institucionales” -o de “extrema derecha” como está de moda decir entre los seguidores del Gobierno, que cultos e incultos caen en las generalizaciones estúpidas, como le diría el ex presidente Gaviria al ex director del Fondo Nacional del Ahorro-.

De mis favoritas, la del maestro artista y patriota Carlos Salas, un hombre cuyos valores y ejemplo de vida no está en discusión, ni es el tema de esta columna. ¡Faltaría más que yo tratara de demeritar a un guerrero de la palabra, las artes y la libertad de expresión! Nada menos que el creador del Xilópalo, escultura que se entrega a los ganadores del Premio Nacional de Periodista Digital, idea pionera del equipo pionero de Adriana Bernal al mando de Kien y Ke.

Quedaría mal legislar en causa propia si el mismo períodico escribiera sobre este tema, además de mi promesa a la doctora Bernal de nunca escribir sobre política en Kien y Ke. Por eso, abusaré de la generosidad de ya cinco años de la gloriosa prensa independiente de Antioquia, cuyo máximo exponente de ética, imparcialidad y respeto es Al Poniente, de Rionegro para el mundo.

Más que defender a una persona que recuerdo más allá del apasionamiento con que apoyé como a ninguna campaña a la Presidencia en mi vida (ni siquiera la precandidatura de Alejandro Ordoñez en 2018 para la consulta de centro derecha), por su representación de los valores nacionales desde el empresariado rural, la concepción de la sociedad colombiana desde el catolicismo -visión que tuve hasta hace muy poco tiempo-, y sin duda alguna, un equipo técnico, logístico y político de diversos orígenes que sin duda alguna iba a llevar a nuestra Patria a otro nivel.

Sí, no ganamos la segunda vuelta. Fui el hombre más feliz del mundo al comprar ese día de mayo de 2014 el diario El Tiempo la foto de Zuluaga ganador, para desinflarse con el triunfo de Santos en junio. Al igual que el triunfo en 2018 del que fuera asesor político de la campaña de Oscar Iván Zuluaga -presente en las reuniones de Brasil con el finado publicista Duda Mendoza, amigo de Odebrecht y del presidente socialista e implicado en corrupción Lula Da Silva-, llamado Iván Duque Márquez. ¿Los conocen de algún lado?…

En el equipo y esquema profesional de esos años en el Parlamento de oposición del Centro Democrático donde estuve trece meses, conocí lo malo, lo regular, pero también lo bueno, de grandes seres humanos que desde diferentes estilos, disciplinas, concepciones de la vida y ejercicios profesionales han aportado y aportar a la Nación de manera silenciosa. Los servidores y funcionarios públicos probos de las Unidades de Trabajo Legislativo (UTL) y administrativos merecen un mayor reconocimiento que cada 26 de junio o una estigmatización colectiva junto a la clase política y dirigente.

Si no hubiera apoyado a Oscar Iván Zuluaga y hubiera sido pionero de la fundación del Partido Centro Democrático, jamás hubiera podido generar la consciencia de valor, empatía y mística de lo público que me ha llevado a formarme desde la seguridad y defensa hasta mi actual formación profesional en Administración Pública Territorial.

Después de esto, volvemos al escrito del maestro Óscar Salas, que defiende públicamente con la gallardía conocida de marras la integridad del doctor Zuluaga. Cosas que los ciudadanos honorables y leales a los valores nacionales ya sabemos: que su Presidencia hurtada en 2014 nos hubiera ahorrado una saga de gobiernos perversos ni siquiera camino al socialismo donde la anarquía es regla, pero el Régimen es quien maneja dicho caos -algo de lo que los petristas no se han dado cuenta-; que el doctor Zuluaga es un hombre engañado, acorralado y desesperado ante una mala situación bajo engaño y que en los audios se oye el drama humano de cualquier persona que pasa por una situación similar, que pecó de ingenuo, confiado y legalista al vincular bandidos, politiqueros y personas buenas revueltas con su núcleo familiar en la campaña…Eso, está claro…

El régimen quiere llevar a la ruina política a la centro derecha, y no puede esperar a la elección de los nuevos entes de Control -Fiscalía, Procuraduría, Defensoría del Pueblo, Contraloría, Registraduría-, sino que tiene que aprovechar los egos, odios y pendencias tendenciosas entre las facciones tanto del Centro Democrático como de la centro derecha -muchas guiadas por temas personales, grupales o viejos odios del pasado entre grupos, clanes y sectas- para generar un efecto espejo que sirva al Oficialismo junto a la guerra jurídica y el despliegue de programas, subsidios, cupos, obras y empleos con cargo al Presupuesto de la Nación, empoderarán sus listas dentro y fuera del Pacto Histórico -el petrismo puede llegar a ser camaleónico y pragmático-.

La pregunta del millón para el maestro Salas es: ¿Por qué no mencionó a Iván Duque una sola vez?

PD: Durante la mañana y tarde del 4 de julio se dijo en algunos medios que el Centro Democrático ejercería medidas disciplinarias contra Oscar Iván Zuluaga -su fundador, primer candidato presidencial y Presidente- o pidiendo su expulsión o conminándolo a renunciar a su militancia…La corrupción y bellaquería no tienen nombre…Los Comités Disciplinario y de Ética han sido un saludo a la bandera casi siempre -hasta contra mí que nunca me citaron a nada, sino que me hicieron un veto laboral cobarde-…Colombia necesita cuanto antes un partido serio de centro derecha de verdad. El uribismo al defenestrar a Zuluaga, cavará su propia tumba para ser opción de poder…

Jhon Jairo Armesto Tren

Con estudios en Administración ambiental de la Universidad Distrital Francisco José de Caldas-Bogotá. Veedor ciudadano en presupuesto electoral de la Universidad desde 2011 hasta hoy registrado ante la Personería de Bogotá. Columnista de opinión en varios medios de comunicación digitales desde 2013. Actualmente director publicitario de El Nodo Colombia y columnista habitual, además en El Quindiano (Armenia) y Diario La Piragua (Montería, Córdoba)

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