Ningún ciudadano es ajeno a las decepciones, en especial en la política. Estamos atravesando por un momento en el país donde abunda la desconfianza, hay un sentimiento generalizado de desencanto con los políticos, que, con un excesivo centralismo se muestran apáticos a los reclamos de la ciudadanía en las regiones, en donde crece el escepticismo, alimentada por una seguidilla de promesas incumplidas.
Como ciudadano he sentido desencanto y como político principiante tampoco he sido ajeno a sentir esa desesperanza, no solo con los políticos sino en la generalidad de la vida pública. Sin embargo, siempre me he aferrado a la idea de que hay -y siempre ha habido- una manera distinta de hacer política, que se funda en la idea de servir a la sociedad, preocuparse por lo que sucede a nuestro alrededor, y a la construcción de una mejor comunidad a partir de lo que nos une y no de lo que nos separa.
Nuestra tarea como ciudadanos es votar bien, elegir personas que de verdad nos representen en el Congreso, que comprendan las problemáticas de las regiones, de los empresarios, campesinos, organizaciones sociales; que conozcan las necesidades de los ciudadanos de a pie. Hoy les hago una invitación, –y es el verdadero motivo de esta columna-, para que conozcan a Alejandro Corrales, actual senador y nuevamente candidato al Senado, y, a Hernán Cadavid, un joven cabeza de lista a la Cámara por Antioquia, los dos por el Centro Democrático.
Con Alejandro, he aprendido del campo colombiano, del café y su importancia para nuestro país, también de minería, un tema vital para el desarrollo de Colombia, que lastimosamente se ha visto inmiscuido en un debate ideológico y poco técnico.
Con Hernán he aprendido de la constancia, la disciplina y el trabajo juicioso que implica estar en lo público. Los dos comprenden las necesidades del país; el primero desde el sector privado, desde lo rural; el segundo desde lo técnico, lo jurídico y lo cotidiano.
Apoyemos estos liderazgos regionales que se consolidan, que materializan el verdadero significado de la democracia participativa; liderazgos de región y que seguro nos representaran de la mejor forma en el Congreso de la República.
Por último, pero no menos importante, es momento que Colombia tenga nuevas perspectivas, miradas y soluciones desde la Presidencia de la República, llevamos 12 años con dos presidentes de la capital, dejando a un lado las regiones. Hoy Colombia puede ser muy bien representada por Fico Gutiérrez, un liderazgo de provincia, que conoce las necesidades de los ciudadanos de primera mano, de su fuente principal, la calle.
Comentar