“Este túnel no sólo es el más largo del continente sino también el más profundo. Se encuentra a 900 metros bajo la montaña del Toyo”.
Esta ha sido una semana movida para Antioquia: se oficializó la renuncia del ya ex alcalde de Medellín Daniel Quintero quien ya le está haciendo campaña a su candidato Juan Carlos Upegui. Pretende demostrar que las encuestas y la opinión pública se equivocan al catalogarlo como el peor alcalde popular en toda la historia de Medellín. En menos de un mes saldremos de la duda.
Por su parte, el ministerio de Transporte, en cabeza del jefe de cartera William Camargo, anunció que el gobierno colombiano no invertirá un peso más para completar las vías Pacífico 1, 2 y 3 que pasan por Antioquia y conectan con el Eje Cafetero y Valle del Cauca, con el argumento de que en el gobierno del presidente Petro la inversión en infraestructura vial se irá para otras regiones, porque en los últimos gobiernos nacionales la inversión en infraestructura se concentró principalmente en el departamento antioqueño. Es lamentable que faltando tan poco para culminar estas obras – promediando las 3 pacíficos falta aproximadamente un 15% por ejecutar- el gobierno nacional decida frenar la inversión con la excusa de que hay que buscar otras fuentes de financiación.
¿No es mejor destinar los recursos para completar estas tres obras y conectar Antioquia con el sur del país que dejar las obras inconclusas para invertir recursos en otras regiones, con el riesgo de que esas obras también queden empezadas? ¿No es mejor construir sobre lo construido que abarcar mucho y apretar poco?
El gobierno del Cambio quiere cobrarle a Antioquia que la mayoría no haya votado por Petro en las pasadas elecciones presidenciales. Se les olvida que ya gobiernan y que lo deben hacer para todos los colombianos sin revanchismos. Con esa actitud sólo fomentan más polarización. Eso no le queda nada bien a un gobierno y menos a este que promueve la política del amor y la paz total.
Entre tanto, Antioquia sigue dando ejemplo en ingeniería, el pasado viernes 6 de octubre el gobernador Aníbal Gaviria Correa hizo la detonación faltante para terminar de unir el que ya es el túnel más largo del continente americano, el Guillermo Gaviria Echeverri, que homenajea a su padre, reconocido empresario e ingeniero colombiano. El túnel tiene una longitud de 9.7 kilómetros y conectará el Valle de Aburrá con Occidente y el Urabá antioqueño en menos de 4.5 horas.
Los antioqueños tendremos mar a la vuelta de la esquina, lo que fortalecerá el turismo, el comercio y la competitividad del departamento.
Este túnel no sólo es el más largo del continente sino también el más profundo. Se encuentra a 900 metros bajo la montaña del Toyo. La obra vial en general comprende 17 túneles, 30 puentes y 17 kilómetros de vías a cielo abierto según cifras de la Gobernación de Antioquia (ver).
Antioquia tiene 88,8 kilómetros de túneles, casi la mitad de lo que tiene el resto del país. La compleja geografía del departamento puso a prueba el ingenio de los antioqueños para conectarse con el país y sus distintas regiones. No en vano es cuna de la primera escuela de Minas de Colombia junto con la del Tolima.
Somos referente de ingeniería por túneles como el de la Quiebra construido hace casi cien años; el Túnel de Oriente, los túneles de las vías de Pacífico y ahora el Guillermo Gaviria Echeverri.
Ni las aguas del Nordeste, ni del Suroeste ni del Occidente se han secado por la construcción de estas mega obras, ni las tierras se volvieron estériles y tampoco los cultivos desaparecieron como dicen los activistas que se oponen a todo pero que no dan soluciones.
Que el bloqueo sistemático a proyectos que generan empleos, que fortalecen la economía y que incluso ayudan a la transición energética no nos haga arrepentirnos en unos años por perder oportunidades que tuvimos al alcance de la mano. Nada más esta semana la empresa francesa EDF Renewables anunció que se retira de un proyecto de energía solar en Girardot por dificultades para obtener la licencia ambiental y el impacto de la nueva reforma tributaria que hace inviable su iniciativa (ver).
Antioquia es punta de lanza en proyectos de desarrollo que otros nunca se atrevieron a hacer. El ambientalismo extremo y la ideología no puede hacernos perder esto de vista.
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