El tercer país más desigual del mundo (Colombia) entra al club de países ricos (OCDE).
Cuando esta noticia se dio a conocer, pude observar que muchos estaban contentos por este logro, pero después analice quiénes eran los que celebraban. Me di cuenta inmediatamente que esta decisión no iba a favorecer a la verdadera Colombia.
Fue cuando empecé a preguntar a las personas que celebraban este suceso, sobre -¿Qué era la OCDE? y ¿Qué implicaciones tiene estar en esta?- Me quedé impactado con las respuestas; “es un organismo internacional importante donde se mueve mucho dinero” Era lo que me decían.
Razón por la cual, decidí escribir esta columna, para aclarar ¿qué es esta organización? y ¿por qué no estoy de acuerdo con que Colombia haga parte de esta?
Empecemos diciendo que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), como ellos mismos se definen, fue fundada en 1961, agrupa 35 países miembros, y su misión es promover políticas que mejoren el bienestar económico y social de las personas alrededor del mundo.
La OCDE, ofrece un foro donde los gobiernos puedan trabajar conjuntamente para compartir experiencias y buscar soluciones a los problemas comunes. Trabajamos para entender qué es lo que conduce al cambio económico, social y ambiental. Medimos la productividad y los flujos globales del comercio y la inversión. Analizamos y comparamos datos para realizar pronósticos de tendencias. Fijamos estándares internacionales dentro de un amplio rango de temas de políticas públicas.
No es un secreto que la gran mayoría de los países miembros de esta organización, son países de grandes ingresos, y quieren seguir salvaguardando esa posición a nivel internacional, luego, se puede decir que este logro es a causa de un gran lobby diplomático.
Ahora bien, hablemos de Colombia en términos de igualdad y pobreza. De acuerdo con el DANE, la desigualdad, medida por el coeficiente de Gini, elaborado por el Banco Mundial (donde 0 es total igualdad y 1 total desigualdad), para el país (Colombia) esta medición es de 0,52. Así mismo, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en su último informe afirma que “Colombia es el tercer país más desigual del mundo, teniendo en cuenta aspectos como educación, expectativa y calidad de vida basada en el ingreso de cada habitante”[1]. Basándose en lo anterior, podríamos afirmar que Colombia en términos de desigualdad está en un punto de atención inmediata.
En términos de pobreza, Colombia ha hecho una buena lucha para contrarrestar este flagelo, el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) reveló que en 2017 el índice de pobreza monetaria se ubicó en 26,9%, dato menor al 28% registrado en el año 2016. Así mismo, el índice de pobreza extrema presentó una reducción al pasar de 8,5% en 2016 a 7,4% el año pasado. De otra parte, el índice de pobreza multidimensional bajó de 17,8% en 2016 a 17% en 2017[2], pero, si no se direcciona de manera adecuada la economía colombiana, los índices de pobreza se pueden disparar nuevamente.
En este sentido, no se puede entender como el tercer país más desigual del mundo, entra en el “club de los ricos”; como si para el caso colombiano, no se tuvieran en cuenta las políticas de redistribución de los ingresos, dada la concentración de la riqueza. El Presidente de la República le hace férreo caso a su abolengo, es un elitista y siente mucha satisfacción personal colocando a Colombia en estas instancias, aunque tenga elevados costos en la realidad interna. “Es como graduarse de una universidad top”, si se analiza bien esta metáfora, resulta deduciéndose que es como si el nombre de la universidad representara de manera fáctica e ineludible el potencial y las capacidades del alumno.
Colombia no es un país con buenas prácticas, ni alcanza todos los índices, pero según el gobierno; se entra OCDE para emular las de otras economías participantes. Hay que tener en cuenta que la reforma tributaria, rechazada por muchos de la clase media, fue el resultado de una de las recomendaciones de esta organización, incluso hay propuestas de igualar la edad de jubilación entre hombres y mujeres, también han propuesto un ajuste salarial dependiendo de la competitividad regional (¿Qué pasará con los que trabajan en la Guajira y el Chocó?). Esto no es más que continuismo, solo busca una estandarización excluyente, desconociendo contextos sociales y económicos.
Luego, se puede decir que Colombia está desconociendo, una vez más, su soberanía, para dejarnos en manos de las recomendaciones de organismos internacionales que nunca han brindado una cooperación técnica beneficiosa en términos socio- económicos.
En conclusión, aunque el gobierno y los medios de comunicación traten de mostrar este logro como algo magno, no es así, por las perspectivas que quieran evaluarlo, el presidente, solo se basó en la población adinerada de Colombia para ingresar a esta organización, y se olvidó de la clase media y de su vulnerabilidad frente a la pobreza.
[1] https://www.pulzo.com/economia/colombia-entre-paises-desiguales-mundo-PP432012
[2] http://www.portafolio.co/economia/la-pobreza-en-colombia-bajo-en-2017-515460