Desde la prehistoria las mujeres han sido protagonistas en la sociedad por el cuidado de la familia y la enseñanza a los pequeños, y aunque por mucho tiempo estuvieron sujetas al control masculino sin tener acceso a la totalidad de los derechos, con esfuerzo y valentía han ido ganando terreno para atreverse a cambiar sociedades y hacer historia.
“Se ha demostrado que cuando las mujeres gobiernan hay menor corrupción y mayor atención a las áreas sociales”, indicó Nataly Becerra, socia fundadora de Mujeres de la Política, quien considera también que “es el momento para que las mujeres tomemos el valor y la fuerza para adueñarnos de esos espacios y hacerlo como sabemos hacerlo siempre: con el corazón”.
Y es que la participación de las mujeres en la política promueve la estabilidad económica y contribuye a fortalecer las instituciones, dijo la presidenta de la Asamblea General, María Fernanda Espinosa: “Debemos crear conciencia y sumar esfuerzos para potenciar el liderazgo de las mujeres en todos los espacios. Sin mujeres en la política, el desarrollo sostenible, los derechos humanos y la paz están seriamente comprometidos”.
Fue durante la época del Renacimiento cuando algunas mujeres comprendieron que no debían quedarse debajo de ese techo de cristal en el que tenían que limitarse a mirar hacia arriba, sino que podían tener un papel protagónico en la historia política, y aparecieron personajes como Olympe de Gouges, que se atrevió a romper el paradigma con su Declaración de los Derechos de la Mujer y la Ciudadanía.
Ya a partir del Siglo XX han aparecido mujeres como Margaret Thatcher, Ángela Merkel, Cristina Fernández, Dilma Rousseff, Portia Simpson Miller, Michelle Bachelet, Kolinda Grabar-Kitarovi y Sheikh Hasina Wajed; entre otras, que han llegado para demostrar que es el siglo del poder femenino, y es apenas lógico pues las mujeres no solo tienen las mismas posibilidades de formación y decisión que los hombres, sino que cuentan con una sensibilidad y sexto sentido para analizar, escuchar, ordenar, guiar, transformar, hacer alianzas y construir democracia.
“Será el siglo de las mujeres”, afirmó con fuerza Michelle Bachelet en su discurso en el Encuentro Internacional de Mujeres en Chile en abril de 2012, y efectivamente, el Siglo comenzó bien para Latinoamérica, pues desde el 2000 cinco mujeres lograron gobernar.
Mujeres en el terreno local
En Colombia, más del 50% de la población son mujeres, y aunque actualmente sólo el 12% de los cargos de elección popular esté ocupado por ellas, cada vez van ganando terreno, haciendo respetar su lugar.
En las pasadas elecciones locales de 2015, 41.507 lideresas se atrevieron a ser candidatas para algún cargo público, y según la Registraduría Nacional, 133 quedaron electas como alcaldesas, lo cual representó un aumento en comparación con las elecciones de 2011, cuando 108 mujeres habían quedado como alcaldesas municipales. 25 mujeres más en cuatro años, lo cual demuestra que la tendencia va al aumento.
En el año 2000, la Ley 581 creó los mecanismos para que las autoridades dieran a la mujer la adecuada y efectiva participación, y poco a poco ha dado sus frutos. En las elecciones legislativas de 2010 se presentaron solo un 20.5% de candidatas, en 2014 aumentó al 32.4% y en 2018, 34.5%.
En el terreno local, con vistas a las elecciones de octubre en Colombia, algunas mujeres han manifestado su interés en ocupar las alcaldías de sus municipios.
En Bogotá, por ejemplo, Ángela Garzón ya es la candidata oficial del Centro Democrático; María Andrea Nieto, exdirectora del Sena, inició la recolección de firmas para inscribirse como candidata independiente, y Claudia López venció en la precandidatura del Partido Alianza Verde a Antonio Navarro. En Medellín, la Concejal Liberal Aura Marleny Arcila espera a que su partido defina quién será el candidato; la arquitecta Beatriz Rave figura como precandidata por el Partido Verde y Ana Cristina Moreno ganó la primera encuesta y quedó entre los tres precandidatos del Centro Democrático.
Así, las elecciones regionales en octubre de 2019 serán un nuevo escenario para seguir demostrando que éste es el Siglo de las Mujeres, que ese techo de cristal ya no existe y que cada vez más lideresas alzan la voz y mueven masas para cambiar la historia, defender sus ideales y convertirse en modelos para próximas generaciones.