Estimado Señor Director:
La semana pasada se cumplieron seis (6) meses desde que Javier Milei, primer Presidente autodenominado “libertario anarcocapitalista”, tomó el mando de La Argentina.
Llegada esta fecha, encontramos interesante hacer un balance de cómo viene la gestión. Por el lado de los puntos positivos debe mencionarse, ante todo, un giro copernicano en cuanto a la filosofía general del Gobierno. Por décadas, en Argentina, el liberalismo había sido una mala palabra. Sin embargo, en su primer discurso presidencial frente al Congreso, Milei homenajeó nada más ni nada menos que a Milton Friedman. Afortunadamente, los tiempos han cambiado.
El tributo al liberalismo económico no queda solo en palabras, sino que se ve materializado en una buena batería de resoluciones, decretos y proyectos de ley que apuntan a desregular una economía que hasta el más keynesiano creería que hay que liberalizar. Mediante el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 70/2023, el Gobierno derogó la Ley de Alquileres, la Ley de Abastecimiento y la Ley de Góndolas, todas, regulaciones que apuntaron a controlar precios o cantidades, o al intento imposible de controlar precios y cantidades al mismo tiempo.
Finalmente, otro punto notable a destacar es el compromiso que se ha asumido con el equilibrio de las cuentas públicas, cuyo desorden es la fuente de las últimas mega-crisis de Argentina, sumida en la inflación y el récord de riesgo país.
Obviamente, no todo es color de rosa. Y por ahora, en el “debe”, aparece la continuidad del cepo cambiario, la marcha atrás con la liberalización de la medicina prepaga y el coqueteo político con sectores que están más cerca del conservadurismo que del liberalismo.
A los puntos problemáticos había que agregar que hasta hace algunos días el Gobierno no había conseguido aprobar ninguna ley en el Congreso. No obstante, se aprobó en el Senado de la Nación el Proyecto de Ley sobre “Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos” que, si bien entrará en vigencia de forma muy diluida, le da al Gobierno una nueva victoria política y algo de margen para continuar su rumbo pro-capitalista.
Con estos cambios y esta impronta, Milei no solo aspira a sacar a La Argentina del camino de la decadencia, también, busca que el mundo vuelva a abrazar las ideas de la libertad. ¡Esperemos que lo consiga y que se trate de libertad en todos los sentidos!
Iván Carrino
La versión original de esta columna apareció por primera vez en el portal La Tercera (Noticias de Chile y el Mundo), y la que le siguió en nuestro medio aliado El Bastión.
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